Parece que sí puede haber un Dieselgate a la francesa. En mayo, Opel estuvo en el punto de mira por la Fiscalía francesa por una anulación temporal del sistema de recirculación de gases del escape (conocido comúnmente como válvula EGR) de su modelo Zafira, pero se concluyó que no contravino la reglamentación en materia de emisiones de gases contaminantes en sus vehículos.
Ahora el diario francés Le Monde revela informaciones en las que el grupo PSA estaría implicado en la manipulación de casi dos millones de vehículos diésel. Ante las acusaciones del servicio antifraude francés, el grupo ha emitido un comunicado negándolo todo, pero de ser verdad, se enfrentaría a una multa mil millonaria.
5.000 millones de multa y en PSA indignados
El Grupo PSA no ha tardado en emitir un comunicado oficial en el que afirma que no ha sido contactado por las autoridades judiciales y que está "indignado al enterarse de que se ha proporcionado información a terceros, mientras que Groupe PSA nunca ha tenido acceso al expediente presentado por la DGCCRF [Dirección General de Competencia, Consumo y Represión de Fraudes] a la Fiscalía, lo que hace imposible que el grupo presente sus argumentos".
¿De qué se le acusa? El diario Le Monde ha tenido acceso al informe elaborado por la DGCCRF, que resume las acusaciones de una investigación que se abrió el 7 de abril ante las sospechas de que PSA manipuló sus motores diésel para que emitieran menos óxido de nitrógeno (NOx) durante las pruebas de conducción real.
¿Qué vehículos estarían afectados? De acuerdo con la investigación del Tribunal Superior de París, "por lo menos 1.914.965 vehículos generación Diésel Euro 5 (estándar hasta 2015) y que fueron vendidos en Francia entre septiembre de 2009 y septiembre de 2015, año a partir del cual se prolongó el engaño con la norma Euro 6.
Entre los nueve modelos afectados se encontrarían los Peugeot 208, 807 y 5008, así como los Citroën C3 y C5, que aunque en los test de homologación no superaban el límite de emisiones de NOx (180 miligramos por kilómetro), en condiciones reales las aumentaban del 30 % al 170 %.
Según la cabecera francesa, de probarse el fraude, PSA tendría que hacer frente a una jugosa multa de 5.000 millones de euros. Esto supone el 10 % de la media de facturación del grupo en los ejercicios de 2013 a 2015.
Por su parte, PSA argumenta que su estrategia con respecto a la configuración del motor favorece las bajas emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx) en las ciudades, "al tiempo que garantiza el mejor balance de NOx / CO₂ en carreteras abiertas". Esto implica lo que defendió en su momento el grupo francés: sus sistemas anticontaminación funcionan en un rango de temperaturas determinado, hasta que llegan a un limite y se desconectan para salvaguardar su integridad.
Al grupo PSA se unen Volkswagen, Renault y FCA en una lista de empresas investigadas por la Fiscalía francesa. Parece que sí habrá un Dieselgate a la francesa.