Porque en este mundo traidor en el que nada es verdad o mentira, que todo es según el color del radar que te fotografía, puede suceder —y sucede— que nos llegue a casa una multa por exceso de velocidad, y que cuando veamos la fotodenuncia del radar flipemos por todo lo alto. Tan alto... como lo alto que viajaba el Peugeot Partner que fue sancionado en esta ocasión.
Sucedió en la Carretera N-240, la que va de Tarragona a Huesca, a la altura de l'Espluga de Francolí (p.k. 39,63 para los curiosos). Lo más chocante del tema no es el motivo de la sanción (circular a 91 km/h en un tramo limitado a 80 km/h) sino que el vehículo quedó retratado cuando viajaba a lomos de una grúa de asistencia en carretera. Sí, esto es así de triste.
Como se muestra en el boletín de denuncia, los hechos ocurrieron el 25 de julio, pero no fue hasta este pasado martes, tres meses después, que le llegó la notificación al presunto infractor —que de infractor no tiene nada— impuesta por un radar automático y medio idiota. Ahora, desde el Servei Català de Trànsit explican que "si la persona afectada presenta alegaciones se le devolverá el dinero". Y si no, pues no. La cosa tiene tela, y el sancionado dice que, como es lógico, recurrirá.
Por si estos hechos no fueran lo suficientemente surrealistas, resulta que al radar paparazzo ya lo conocen en la comarca debido a su peculiar ubicación: se encuentra plantado en un carril de aceleración. De hecho, en 2009 los ayuntamientos de l’Espluga de Francolí, Vimbodí y Montblanc reclamaron que su ubicación no era la que se había autorizado, que no cumplía un mínimo de 3 metros de distancia desde el límite de la carretera nacional y que no contaba con una señalización de limitación específica de velocidad en el carril de incorporación.
Este radar cuenta en su haber con un gran expediente de funcionamiento: al mismo alcalde de Vimbodí lo ha pillado hasta en ocho ocasiones, aunque el récord lo mantiene una vecina de Lleida: a esa mujer el radar le impuso 14 multas que sumaron unos 2.000 euros en sanciones. De todas formas, el caso de la furgoneta que vuela sin moverse del sitio es de lo mejor que le debe de haber pasado por el objetivo indiscreto al que sin duda debe de ser el radar más chungo de la zona.
Vía | Diari de Tarragona. ¡Un saludo para Emilio!
En Motorpasión | Ojo, los nuevos radares de la DGT multan hasta a 320 km/h
