Hola, hijo mío. Te escribo mucho antes de que sepas leer, de hecho no has ni nacido, ni estás en proyecto. Tu padre lleva en las venas el amor por los coches desde muy temprana edad, de hecho, no me acuerdo desde cuándo me gustan, porque quizá me han gustado toda mi vida.
Hoy día, otros papás y mamás, cuando ven el primer test de embarazo positivo o la ecografía de su primogénito, empiezan a preguntarse con un poco de agobio si necesitan un monovolumen, un familiar, un SUV o incluso una furgoneta. Así es hijo, hablo de primogénitos, no de un parto múltiple. Eso último ya te lo explicaré cuando seas mayor.
Antes de seguir, te quiero comentar un poco cómo eran las cosas cuando tu padre era pequeñito. Corrían los años 80, y la seguridad vial era una asignatura pendiente en España. Bueno, en España y en muchas otras partes, los coches no eran tan seguros como lo son hoy día, ¡no había cinturones de seguridad atrás!
Tus abuelos me pusieron la sillita infantil en un SEAT Ronda, modelo equivalente al León de la actualidad. Tenía cinco puertas, era relativamente espacioso porque el techo no caía atrás, los coches estaban diseñados a hachazos. El maletero era suficiente para cargar con mis aperos infantiles y los de los abuelos.
Antes de que naciese la tía Rebeca en el 88, dimos el salto al MG Maestro, otro compacto, un poco más grande y con más potencia (el doble). También ese coche fue suficiente para que viajásemos los cuatro. Los abuelos pusieron cinturones de seguridad atrás, antes de que fuesen obligatorios, para mayor tranquilidad de todos.
Es más, ¿y si os digo que hemos viajado cinco en un Ford Sierra sedán? Sí, la abuela y tus tres tíos, incluyendo tus tíos mellizos nacidos en 1992. El Sierra tenía un maletero enorme, no tanto como un monovolumen, pero nos apañamos muy bien durante años. ¿Y por qué te cuento todo esto?
¿Necesito otro coche?
Ahora mismo cuento con un cinco puertas y 4,5 metros de largo, dimensiones similares a las de los coches de los abuelos, pero mejor aprovechadas. Su maletero no es el mejor del segmento que digamos, pero con 400 y pico litros ha hecho el apaño cuando he ido acompañado. A las mujeres les parece encantar llenar el maletero a reventar.
Si resulta que vas a venir dentro de nueve meses --es un suponer-- te diré una cosa. Papá te va a querer mucho, pero no piensa cambiar de coche porque nazcas. Es más, cuando te venga un hermanito o hermanita, tampoco pienso cambiar de coche. Diga lo que diga tu madre, considero que tengo coche más que de sobra.
Si llegasen más hermanitos me lo tendré que replantear, pero así van a ser las cosas. Nos acostumbraremos todos a viajar con un equipaje razonable, y si algún día necesito llevar más séquito del habitual, alquilaré un monovolumen. Para todo lo demás, me basta y me sobra con mi coche.
Hay otros papás que se sentirían más cómodos con un familiar o "ranchera", tienen mucho espacio atrás, aunque suelen costar de media 1.000-1.500 euros más que el compacto, berlina o sedán equivalente. Como dudo que viajemos con perro, creo que este coche no nos será necesario.
También está la posibilidad del monovolumen. Estaremos de acuerdo en que hay espacio a raudales, cabe todo lo que quiere meter mamá y hasta el correpasillos. Pero como papá paga el coche, y papá prefiere el tacto de un coche más aplomado, no ve muy claro esto del monovolumen. Cuando crezcas ya veremos.
¿Y qué hay del SUV? Pues verás hijo, no vivo en un lugar que justifique la adquisición de un coche así, con o sin tracción total. Para tenerlo de tracción delantera, digo yo que mejor nos vamos a un segmento inferior donde sea más económico mover el coche. Además, hay berlinas y compactos con tracción total, aunque no muchos.
A lo mejor mamá no está de acuerdo conmigo y querrá más espacio para llevar pañales, la bañera, peluches, juguetes varios, biberones, DVD en las plazas traseras para que veas los dibujitos animados... Puede que quiera cambiar su coche actual por un monovolumen, pero que no cuente con mi dinero.
Te tengo que admitir que hay algunos monovolumen que son hasta divertidos de conducir y marchosos, pero no creo que mamá esté de acuerdo en que vayamos en un Opel Zafira OPC o un Ford S-MAX Ecoboost, con motor gasolina turbo y más de 200 CV. Creo que mamá castigaría a papá a aprenderse las tablas de multiplicar de euros y litros.
En fin, hijo, acabo esta misiva con el deseo de que te acostumbres a un coche de tamaño normal, tal y como hicieron tus padres antes que tú. Si te portas bien, cuando tengas 18 años, igual te dejo conducir el Supra, aunque no sé si el pobrecito aguantará tanto tiempo. Hasta entonces, te dejaré ser mi copiloto.
¿Y qué pasó con los abuelos?
En los años 60, cuando los yayos eran niños, las cosas eran muy diferentes. Pocos españoles podían permitirse un coche, había muy poco tráfico y la seguridad vial era inexistente. La bisabuela Francisca pudo aparcar en la Puerta del Sol de Madrid con un SEAT 1500 sin pagar ORA, y llegó a llevar a 17 niños en el coche con beneplácito de la policía.
Según fueron creciendo los abuelos, empezó a haber más coches, pero era muy frecuente ver coches cargados de niños, sin medidas de seguridad de ninguna clase, sueltos en la zona trasera. Los que tenían un familiar a veces se pegaban por ir en el maletero. Eran otros tiempos.
Actualmente, los papás y las mamás han de usar sistemas de retención infantil, que se han de ir cambiando según crecen los nenes. A veces el monovolumen se compra solo por la comodidad de poner y quitar las sillas. Esa comodidad, como suele pasar con otras comodidades, es muy cara, pero no significa necesariamente mayor seguridad.
Hay algunos padres que se sienten más seguros en un todoterreno, aunque jamás vayan a necesitar sus habilidades fuera de carretera y su vehículo sea mucho más sensible a las inercias por ser más alto y pesado. Bueno, es su opinión, la respeto y no la comparto. Papá se comprará un todoterreno cuando realmente lo necesite.
Los familiares abandonan su visión tradicional de coche fúnebre o feo, creo que son alternativas más razonables, pues prácticamente es como conducir una berlina o un compacto. A un nene pequeñito cualquier coche le parecerá grande, salvo algunos coupés o descapotables. El monovolumen implica comodidad para los padres.
No te digo que cuando papá era un niño los tiempos fuesen mejores, había menos seguridad y algunos hemos llegado a viejos por pura suerte o milagros. Ahora bien, centenares de millones de seres humanos han viajado en compactos o berlinas de pequeños, incluso en utilitarios, antes de que se "inventase" el monovolumen o el SUV.
PD: Ah, y pese a haber viajado en coches "poco espaciosos", papá y mamá han crecido sin traumas. Ahí dejo eso.
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