Por fin se resuelve el enigma del Mercedes-Benz 300 SL del otro día, cruelmente cambiado de aspecto. Ha llegado a mi poder cierta información sobre dicho coche, que podéis ver tal y como era antes de que le cambiasen los colores. Más de uno de vosotros pensó que se trataba de una réplica, pero no es así.
Es un Mercedes-Benz 300 SL HWA Special Edition y fue pintado, no son vinilos. Antes de eso, pongámonos en antecedentes. Hans-Werner Aufrecht es un ingeniero que trabajó para Mercedes y creó la división deportiva AMG. Acabó dejando la compañía y creó su propia empresa, HWA, que dirige Mercedes DTM, división encargada del campeonato alemán de turismos.
Entre los frutos de dicha colaboración tenemos por ejemplo los CLK GTR/CLK GTR Cabrio, CLK DTM AMG y el desconocido A32 K. También se ha mencionado más de una vez su participación en el sucesor moderno del 300 SL, que se conoce actualmente como Mercedes SLS AMG Gullwing.
Volviendo a nuestro tema, un día un acaudalado cliente solicitó tener un 300 SL con las siguientes condiciones: carroceria de diseño mítico con tecnología más “moderna”, aire acondicionado, airbags, frenos de disco más potentes, neumaticos 225/45 R18 delante y 235/45 R18 detrás…
En resumen, darle una cura de juventud a un clásico. Para dar vida a las criaturas se utilizaron unidades originales del código W198, es decir, el 300 SL de los años 50.
El capricho resultaba prohibitivo para casi cualquier mortal, pues conseguir un 300 SL cuesta unos 500.000 euros y el coste de la preparación roza los 400.000 euros. Existen tres unidades como ésta en todo el Mundo, la primera se hizo para el Sultán de Brunei.
Efectivamente, el motor no es el mismo que el 300 SL original, es un M119 6.0 V8 32 válvulas (5.956 cc) de 381 CV de potencia a 5.500 RPM y un par máximo de 580 Nm a 3.750 RPM. La velocidad máxima es 250 km/h, aunque pueden alcanzar más.
Tienen una transmisión automática que apesta a cuatro velocidades (máximo cinco), a tenor de las inscripciones en el cambio. Para el interior se ha utilizado una mezcla curiosa entre el 300 SL y el 190 W201 (1982-1993), adaptado en varios aspectos.
Sigue teniendo en parte el encanto del modelo original, pero se nota claramente que el volante o el cambio son demasiado modernos para ser un coche de los años 50. ¿Profanación u obra de arte? Que cada uno juzgue por sí mismo.
El japonés Nibo lo compró ya transformado, pero con la apariencia que estáis viendo. Los retrovisores, las llantas… ya estaban ahí. De cualquier manera, tal y como estaba, el coche era mucho más bonito, ahora se puede considerar una obra de arte o un truño estético.
Además del Sultán y Nibo, el tercer Special Edition está en manos de otro asiático forrado. Más de uno no entenderá que se coja un clásico como este y se le haga esta especie de tuning oficial retroactivo que te cagas.
Tenía más sentido encargar una réplica que hacer tanta cirugía estética y funcional a una auténtica joya como el 300 Sport Leicht Gullwing W198. Las fotografías han sido tomadas en el concesionario SPS Automotive, Hong Kong (China).
Hay más imágenes en este enlace.
Saludos para el fallero mayor
Enlaces | SPS Automotive, HWA AG
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