Días antes de su presentación oficial en el Salón de Ginebra, el fabricante de Affalterbach acaba de mostrar su nuevo Mercedes-AMG GLE 53 4MATIC+, una versión de corte deportivo de su SUV, con motor de seis cilindros, tracción total y cambio automático de nueve velocidades, entre otras cosas.
Hablamos de un 3.0 litros de seis cilindros en línea hibridado, con dos turbos y un compresor eléctrico, que ofrece una potencia de 435 CV a 6.100 rpm y un par motor máximo de 520 Nm entre 1.800 y 5.800 rpm. Mercedes-AMG anuncia una aceleración de 0 a 100 km/h en 5,3 segundos y una velocidad máxima limitada a 250 km/h.
Además, el bloque térmico está ayudado por un motor de arranque y alternador EQ Boost -integrado entre el motor y la transmisión- que puede aportar puntualmente otros 16 kW (22 CV) y 250 Nm. Este dispositivo también alimenta el sistema eléctrico de 48 voltios del vehículo y permite funciones como el modo vela o la recuperación de energía. Este GLE 53 es un mild-hybrid, vaya.
La transmisión AMG Speedshift TCT de nueve marchas va asociada al sistema de tracción total 4Matic+, mientras que la suspensión es la llamada AMG Active Ride Control, neumática, adaptativa (tiene tres modos, Comfort, Sport y Sport+), autonivelante en ambos ejes y con un sistema activo para contrarrestar los balanceos de la carrocería. Además, hay dos modos off-road: Trail y Sand.
En los modos Sport y Sport+ la suspensión queda rebajada en 15 milímetros, lo que mejora el dinamismo y reduce el consumo. Por el contrario, para un uso fuera del asfalto o para afrontar rampas, se puede aumentar la altura en 55 milímetros.
Por supuesto, el sistema de frenos está a la altura, con discos ventilados y perforados de 400 milímetros delante (junto a pinzas de dos pistones pintadas en gris y con letras AMG) y 345 milímetros detrás (pinzas de un pistón). Además, la dirección electromecánica es de desmultiplicación variable y tiene una puesta a punto específica de AMG.
El selector de modos de conducción AMG Dynamic Select ofrece siete opciones: los dos ya citados para uso off-road (uno para pistas o caminos y otro para arena), y además Slippery, Comfort, Sport, Sport+ e Individual. Por último, el consumo medio homologado es de 9,3 litros a los cien kilómetros (212 g/km de dióxido de carbono).
Estética agresiva e interior de primer nivel
Lo primero que llama la atención en cuanto a diseño es la parrilla específica de AMG, con 15 lamas verticales cromadas, así como la estrella central con doble aro, el agresivo paragolpes, las grandes entradas de aire, los pasos de rueda en el color de carrocería, los raíles de techo, las grandes llantas de 20 pulgadas (las hay de hasta 22 pulgadas), etc...
También cuenta con lunas traseras tintadas, paragolpes trasero con difusor integrado y moldura cromada, dos salidas de escape dobles, pilotos de interesantes formas o diversos elementos de color negro, como las carcasas de los retrovisores, las colas de escape o las barras del techo.
En el atractivo habitáculo encontramos el cuadro de instrumentos digital con dos pantallas de 12,3 pulgadas y gráficos AMG, así como la interfaz MBUX que cuenta entre otras cosas con el reconocimiento de voz "Hola Mercedes".
Llaman la atención el volante AMG Performance de cuero negro y con costuras de color rojo, marca central y levas de aluminio integradas, o los asientos en microfibra dinámica y cuero sintético, también con costuras en rojo (como en las puertas, consola, salpicadero, etc...). Tampoco faltan distintivos AMG, techo forrado en negro o molduras de aluminio y/o fibra de carbono.
En este caso la tercera fila de asientos del SUV es opcional, pero puede seguir siendo un siete plazas si el cliente así lo desea. También es un extra el llamado AMG Track Pace, un paquete pensado para circuito que analiza y graba diferentes parámetros del vehículo y los puede mostrar en la pantalla: tiempos de vuelta, valores de aceleración o frenada, posición en el circuito -a través de GPS-, etc...