Buddha Bar es un famoso local londinense que se caracteriza por llevar la extravagancia por bandera. Tanto es así, que utiliza un monstruoso Mercedes-Benz G 500 4×4² preparado por Brabus para transportar a sus clientes. Acabar volcado en medio de la calle Sloane de Londres por un Toyota Prius de Uber seguro que no entraba dentro del programa nocturno.
Según las informaciones, el exagerado Clase G se saltó un semáforo y chocó con el Prius de Uber sin poder evitarlo. Por suerte no hubo heridos graves entre los dos conductores, pero los 500 CV del Mercedes no pudieron hacer nada contra los 134 CV del híbrido.
No subestimes el poder de un híbrido
En un lado del ring tenemos al Toyota Prius, un híbrido propulsado por un motor de gasolina y otro eléctrico. La potencia combinada asciende a 134 CV, un 1.8 atmosférico de 98 CV de ciclo Atkinson. Al otro lado del ring aguarda amenazante el Brabus G500 4×4², con sus 78 caballos y 100 Nm de par motor extra respecto al modelo de serie. Con ello, los preparadores han conseguido que su Clase G 500 4×4² presuma de nada menos que 500 CV a 5.600 vueltas y 710 nm de par entre las 2.250 y 4.250 revoluciones.
Cuando el Clase G se saltó el semáforo, el choque con el Prius le debió hacer rodar al menos una vez (viendo cómo ha quedado), llevándose a su paso todo lo que encontraba, además de una parada de autobús. Todo, menos este afortunado Ferrari GTO, aparcado muy cerca del lugar del accidente y que quedó milagrosamente intacto.
El Prius no se salvó de un buen golpe, pero impresiona ver a una bestia de semejante tamaño en ese estado, teniendo que ser remolcado por un coche policial.
En este vídeo se ve lo que parece ser el momento justo del accidente.
Por suerte, el Buddha Bar tiene entre su flota un Rolls-Royce, al que seguro que ahora darán mucho más uso. Esta historia nos enseña que no se debe mirar por encima del hombro a los motores híbridos. Aunque te haya preparado Brabus.
Vía | Autonoción
En Motorpasión | Mercedes-Benz G 500 4x4², todavía más bruto gracias a Brabus