Uno de los monovolúmenes más curiosos del mercado, pero no por nada en especial, sino por su particular forma de abrir las puertas traseras, se renueva en este año 2008, con nuevos diseños en su carrocería, nuevas opciones de configuración y nuevos motores.
El Mazda5, del que ya vimos una excelente prueba hace unos meses, recibe un nuevo paragolpes, más estilizado, donde se modifican las entradas de aire y los soportes de los faros antiniebla. La calandra también se modifica, siendo ahora un triángulo de cinco puntas.
En la zaga, los cambios también se centran en el paragolpes, que agranda los catadriópticos y elimina la luz antiniebla, supongo que para ubicarla en los nuevos grupos ópticos.
Del exterior queda por comentar que su gama de colores será de 11 en total, siete de los cuales son totalmente nuevos y que ahora cuenta con la opción de nuevas llantas de 16 y 17 pulgadas. Además, se añade el paquete Sports Appearance (el modelo rojo de las fotos).
Si nos vamos a su equipamiento, nos encontraremos novedades como las puertas laterales eléctricas (opcinales, eso sí), pilotos traseros de LED, monitor central mejor ubicado y más grande, radio CD con MP3, toma auxiliar para un MP3, sistema de navegación con DVD, Bluetooth opcional con mandos en el volante, cargador de CD’s (sólo en el acabado Sportive) y un nuevo aislamiento acústico mejorado.
En sus motorizaciones también encontramos novedades. En el caso del motor 2.0 de gasolina, se ha rediseñado para garantizar un menor consumo y emisiones y de paso, cambiar el mapeado de la ECU. Para las emisiones se ha instalado una nueva sonda lambda y se incluye la sincronicación secuencial de las válvulas, que mejora la eficiencia de la combustión.
Se añade también el control electrónico del acelerador y una nueva transmisión de seis relaciones. La potencia máxima y el par máximo se mantienen, 146 CV y 185 Nm, pero este último ahora se alcanza a las 4.000 rpm, 500 rpm menos que en la generación actual. Con todos esos cambios, ahora consume un 4% menos y emite 11 g/km de CO2 menos, es decir, 7,9 L/100 km y 187 g/km. En opción, y por primera vez en las motorizaciones de gasolina en el Mazda5, estará disponible una caja de cambios automática de cinco velocidades.
En el caso del motor 1.8 de 115 CV, la única mejora (que no es poco), es la reducción en el consumo y en las emisiones, también de un 4% en el caso del consumo (7,6 L/100 km) y 182 g/km de CO2, 8 g/km menos. En este caso, la caja de cambios es manual de cinco velocidades.
También se mantienen los dos motores 2.0 CRTD, con sus dos niveles de potencia, 110 CV y 143 CV, que en ambos casos reducen sus consumos en un 3%, quedandose en 6,1 L/100 km. Emiten 162 g/km, lo que supone una reducción de 11 g/km de CO2 emitido. En ambos casos, la caja de cambios es una manual de seis velocidades.
Por último, destacar la mejora en la estabilidad trasera con la nueva colocación de los brazos laterales delanteros de la suspensión posterior y un servofreno optimizado para mejorar la respuesta y el tacto del pedal de freno.
Fuente | Mazda
En MotorPasion | Prueba: Mazda 5 CRTD (parte 4)