El Land Rover Defender se fabricó desde 1947 hasta enero de 2016. Tras 67 años en producción, es todo un icono del automovilismo británico. Es un modelo tan emblemático que Land Rover intentó sustituirlo por un modelo nuevo en varias ocasiones, para luego desistir y mantenerlo en producción.
Y es que muchos de sus clientes más fieles se niegan a verlo desaparecer. Uno de ellos es Jim Ratcliffe. Se trata de un magnate de la industria química del Reino Unido que estaría dispuesto a recuperar la producción del eterno todoterreno.
Según cuentan en The Times, Ratcliffe ya habló con los directivos del grupo Jaguar Land Rover y de su casa madre Tata. Todavía no está claro si su ambición se limita a comprar los derechos intelectuales del Defender también desea la cadena de montaje.
Si esta idea se materializase, estaríamos quizá ante un nuevo caso similar al de Caterham. Este concesionario Lotus de la localidad de Caterham, en el sur de Inglaterra, compró los derechos y la cadena de montaje del Lotus Seven a Lotus, cuando la marca de Hethel decidió dejar de fabricar el rústico roadster. Y a día, de hoy, Caterham sigue produciendo el Seven y sus evoluciones.
Normalmente, este tipo de conversaciones entre un fan de un modelo, por muy pudiente que sea, y la marca no van más allá de la simple comida donde los dirigentes de la marca escuchan al fan por deferencia y poco más.
Sin embargo, Ratcliffe hizo fortuna comprando plantas industriales y químicas que iban a cerrar a gigantes como BP y consiguiendo hacerlas de nuevo rentables bajo su empresa Ineos. De todos los fans del Defender, Ratcliffe es quizá el más indicado para devolver a la vida comercial el Defender.
En Motorpasión | ¡Goodbye Defender! El último Land Rover Defender se fabricó el pasado viernes