Parece que la fase de guerras internas en el seno de la Organización de Países Exportadores de Petróleo, Rusia y otros productores independientes (OPEP+) ha pasado y todos están de acuerdo en que lo prioritario es equilibrar el mercado para evitar otro mes de abril histórico en el peor de los sentidos, con una caída de precios devastadora.
Ahora Arabia Saudí ha advertido que el virus "todavía puede alterar los planes de recuperación" y que deberán estar preparados para seguir recortando la producción de crudo, aún más.
Ahora reman todos a una (o eso parece)
La última reunión de los señores del crudo, presidida por el Príncipe Abdul Aziz Bin Salman, se ha desarrollado en términos diplomáticos, lejos de aquella guerra de precios que vivimos en abril entre Rusia y Arabia Saudí. Le están viendo las orejas al lobo.
HRH Prince Abdul Aziz Bin Salman, Saudi Energy Minister and JMMC Chairman, opened the 24th JMMC Meeting by thanking the Committee’s Members for their tireless efforts during the past months. He highlighted the key role of the Committee in achieving the goals of the DoC. pic.twitter.com/JJWs1gvmts
— OPEC (@OPECSecretariat) November 17, 2020
Aquel enfrentamiento, basado en la negativa de Rusia -entre otros- de recortar la producción de petróleo para ganar cuota y unido a un desplome de la demanda, mantuvieron en mínimos casi históricos los precios y en máximos el stock: no había sitio para guardar los barriles que nadie quería.
Tras acordar un recorte de la producción de 9,7 millones de barriles diarios a partir del 1 de mayo, la situación se ha suavizado. De hecho en esta última reunión la OPEP+ asegura que entre mayo y octubre han conseguido reducir el suministro mundial en aproximadamente 1.600 millones de barriles, incluidos ajustes voluntarios, "y esto ha sido clave para el reequilibrio del mercado".
Entre los más comprometidos, Arabia Saudí y Angola. Sin embargo, la vuelta a los confinamientos en la segunda ola está afectando al repunte de la demanda de petróleo: "Los riesgos e incertidumbres subyacentes siguen siendo altos", dice el club de productores.
La vacuna no será su salvación
La euforia inicial por el desarrollo de una vacuna eficiente no supondrá la salvación del volátil mercado del oro negro, por eso la OPEP+ no está para celebraciones, a pesar de una recuperación de los precios.
En este escenario, Arabia Saudí ha advertido que "este virus todavía tiene la posibilidad de alterar los planes de recuperación" e instó a los países a permanecer alerta y "listos para modificar los términos, si es necesario” para adaptarse a las condiciones cambiantes del mercado.
Si bien el progreso de la vacuna alivia parte de la presión sobre la OPEP, no proporcionará un impulso significativo a la demanda hasta la segunda mitad de 2021 el próximo año, según la Agencia Internacional de Energía en París.
Ante este panorama, las petroleras siguen con su plan B, basado en el despliegue de electrolineras y la producción de energías alternativas a partir de energías renovables, como está haciendo BP con el hidrógeno verde.
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