En esta segunda semana de agosto, los precios de la gasolina y del diésel siguen subiendo. Durante el mes de julio la subida ha sido progresiva con un atisbo de estabilidad a principios de mes, pero con el incremento del precio del barril de Brent, referencia en Europa para el precio de los carburantes, el mes de agosto está siendo marcado por una notable subida del precio de los carburantes.
Así, el diésel ya supera 1,57 euros de media el litro, pues ha subido 11 céntimos el litro en sólo un mes, y la gasolina roza los 1,7 euros (subiendo sólo un céntimo por litro en un mes); precios que no veíamos desde abril. Y los pronósticos no son favorecedores para el bolsillo del consumidor.
En este periodo vacacional y lleno de desplazamientos, la gasolina sin plomo 95 cuesta a 1,691 euros de media, mientras que la sin plomo 98 ya cuesta 1,863 euros.
Por su parte, el precio del gasóleo A sube hasta los 1,573 euros el litro de media, y el gasóleo A+ hace lo propio a 1,687 euros. Ni el GLP ni el GNC se libran de subidas de precios, pues el primero sube hasta los 0,922 euros, mientras que el segundo cuesta 1,095 euros el litro.
HOY | AYER | MÁXIMO | |
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GASOLINA 95 | 1,691 | 1,69 | 2,152 |
GASOLINA 98 | 1,863 | 1,863 | 2,311 |
GASÓLEO A | 1,573 | 1,567 | 2,106 |
GASÓLEO A+ | 1,687 | 1,681 | 2,199 |
GLP | 0,922 | 0,919 | 1,058 |
GNC | 1,095 | 1,094 | 3,202 |
Los precios medios que se muestran en la tabla corresponden a la Península y Baleares y no tienen aplicados ningún descuento para clientes, ya que el descuento directo de los 20 céntimos del Gobierno desde principio de año se aplica únicamente a transportistas y no de forma directa.
Como vemos, el precio de la gasolina se ha incrementado más de un 19 % desde que comenzó el año, y el del gasóleo un 3 %. Aunque el mercado del crudo no es el único factor que mueve los precios, la subida del barril de Brent tiene mucho que ver.
En estos momentos los futuros marcan 85,55 dólares, subiendo de forma constante desde finales de junio, cuando marcaba poco más de 72 dólares. Es probable que los recortes en la producción de países como Arabia Saudí sigan impulsando los precios, aunque no de manera abrupta.