Ayer entró en vigor el Plan de choque de ahorro energético del Gobierno para reducir el consumo en el contexto de la guerra. Entre las recomendaciones que está dando el Ministerio de Transición Ecológica se encuentra usar el coche "solo lo imprescindible" y priorizar el transporte público (en este sentido, ya se pueden solicitar los abonos de tren gratuitos).
Y en el caso de que tengas que usar el coche, el Ejecutivo central recomienda que "no pases de los 100 km/h", alegando que el consumo se dispara a partir de esa velocidad.
Los rumores sobre una posible reducción de la velocidad máxima en autopistas y autovías lleva sonando desde que estallara la guerra en Ucrania, sin que haya pasado de ser un mero consejo que ha vuelto ante el plan de ahorro energético.
🏠🔌El ahorro energético empieza en cada hogar
— Transición Ecológica y Reto Demográfico (@mitecogob) July 22, 2022
2⃣0⃣ recomendaciones para un uso responsable de la energía
¿Cuántas cumples tú?#AhorraEnergía pic.twitter.com/zNUAyICrEt
Reducir la velocidad para ahorrar en el consumo de combustible se incluye en el decálogo publicado recientemente por la Agencia Internacional de Energía (AIE) y la Comisión Europea. Entre sus puntos encontramos el de bajar en 10 km/h el límite de estas vías rápidas.
Según la AIE no solo supondría menos gasto de carburante, si no también en lo que respecta a la factura repostar: hasta 60 euros al año tomando como referencia la media de 13.000 km al año que hacen de media los conductores europeos.
Esto a su vez sacaría del mercado, según sus cálculos, cerca de 300.000 barriles al día de petróleo. También la DGT ha defendido en otras ocasiones reducir la velocidad hasta los 90 km/h: "Si aumentas a 120 km/h el consumo se incrementa un 30 %", argumenta.
Lo cierto es que, más allá de la velocidad, que sí incide en el consumo, para llevar a cabo una conducción realmente eficiente es vital conducir de forma suave y progresiva.
Esto es, evitando acelerones y frenazos, jugando con la marcha óptima en cada momento y hacer un uso correcto del aire acondicionado, entre muchos otros factores.
También influye de forma notable mantener una presión adecuada de los neumáticos, vigilar la carga, circular con las ventanillas subidas para reducir la resistencia al aire o usar el control de crucero.