En la parte final de la pugna por la filial de General Motors se ha salido con la suya Magna en vez de RHJ. GM conservará el 35% de la empresa, 10% los empleados y el 55% restante es para Magna. Era la opción favorita del Gobierno alemán, pues así no se cerraría ninguna fábrica su país.
Malas noticias para los trabajadores de Figueruelas, que aunque no van a cerrar la fábrica, sí van a tener un gran recorte de empleos, unos 1.700 de un total de 7.000. A los intereses españoles les venía mejor la propuesta de RHJ, que sólo quería echar a 1.300 personas. Esta planta es la más productiva de Opel.
La marca seguirá compartiendo tecnología con General Motors, pero entre las condiciones de la venta no podrán entrara vender en EEUU. No pasa nada, Magna no hará como los Pet Shop Boys y dice “Go West East”, se tirarán a la conquista del mercado ruso con una tecnología y saber hacer poco vistas en Rusia.
El papel de Angela Merkel, la canciller alemana, ha sido crucial. General Motors ha tenido que plegarse a sus deseos debido a los millones que han inyectado en la empresa americana, y Merkel, con las elecciones a la vuelta de la esquina, no quería cierres en su país. Eso sí, Magna echará a 10.000 trabajadores en Europa.
Magna invertirá 500 millones de euros y cuando los consiga de otros gobiernos europeos, otros 4.500 millones. El presidente y fundador de Magna cumple uno de sus sueños, poseer un gran fabricante europeo de coches. Hace dos años lo intentó con Chrysler, pero el que la sigue la consigue.
Fuente | Expansión