Alemania se debate entre prohibir los coches diésel más contaminantes, o salvarlos. En su renovado mandato, la canciller alemana, Angela Merkel, nada entre estas dos aguas tratando de no incomodar ni a su preciada industria automotriz ni a sus habitantes. Sobre todo a su industria.
Tras abrirse la posibilidad de crear un fondo conjunto de 5.000 millones de euros para actualizar coches diésel, Merkel ha declarado sentirse escéptica acerca de la viabilidad de actualizar el software de parte del parque automovilístcio alemán. Ah, y no habrá pegatinas azules.
Una patata caliente que ya empieza a quemar
En declaraciones recogidas por AutoNews, la canciller alemana ha revelado que aquella idea de implantar distintivos azules que permitan exenciones a vehículos comerciales y de emergencias, entre otros, no forma parte de los planes del gobierno.
"Nuestro enfoque será más bien en medidas individuales que permitan ahorrar a los ciudadanos", ha dicho. Merkel ha vuelto a señalar a la industria en un discurso que ya escuchamos antes de las elecciones: la industria automotriz ha cometido graves errores y el contribuyente no puede responsabilizarse.
Hasta ahora, Alemania se ha comprometido a actualizar el software de unos 5,3 millones de automóviles diésel antes de fin de año para reducir las emisiones hasta en un 30 %. Sin embargo, la canciller tiene sus dudas acerca de esa actualización del hardware: "Los beneficios y los costos deben ser proporcionales. Los reacondicionamientos de hardware son relativamente costosos", ha declarado.
Mientras tanto, las ventas de vehículos diésel se han desplomado en marzo en Alemania y ya se han lanzado los primeros 20 millones de euros de 175 millones en subsidios para financiar la compra de coches eléctricos que cubran las necesidades en infraestructura pública.
Merkel hará todo lo posible por evitar prohibiciones tras el reciente y polémico fallo, y cree que en dos o tres años tan solo unas 10 ciudades tendrán niveles excesivos de NOx, en comparación con unas 70 ciudades que hay en la actualidad. Necesita proteger la industria automotriz, pues da trabajo a 800.000 personas en el país.
¿Qué va a hacer Alemania con este marrón?