Dentro de la normativa europea sobre emisiones, los límites de CO₂ que tiene marcados la UE en su agenda para 2020 están en 95 g/km para aquellos fabricantes que superen las 300.000 unidades anuales producidas. Lograrlo es complicado cuando uno prescinde de modelos ahorradores en su gama, y esa es una de las razones por las que Jaguar Land-Rover, que anda por las 700.000 incluyendo sedanes, deportivos y todoterrenos, podría estar interesada en incorporar un compacto a sus filas.
Más, si consideramos que tras esos límites marcados en el calendario, la Comisión Europea pronto podría apuntar al más difícil todavía. Se habla ya de niveles de dióxido de carbono de 68 a 78 g/km. Claramente, la búsqueda de vehículos que ayuden a equilibrar la balanza de las emisiones se va a convertir en el caballo de batalla para más de un fabricante que hasta la fecha se haya movido en segmentos como los de Jaguar.
Otra razón para buscar un compacto Jag sería el éxito comercial de algunas marcas en el segmento. BMW, Mercedes y Audi se ganan bastante bien la vida con sus hatchbacks, de manera que en Jaguar se frotan las manos con el posible éxito de un compacto al que imaginan con tracción delantera. Hace un año Ian Callum, director de Diseño de la casa, se inclinaba por un modelo de unos 4 metros de longitud aproximadamente. Quizá haya llegado el momento de sacar esas ideas a la luz.
Vía | Autocar En Motorpasión | El futuro de Jaguar pasa por modelos de volumen más económicos