Hace cuatro años, el presidente George Bush, por entonces en funciones (Barack Obama ganó las presidenciales en noviembre) ordenó el rescate de General Motors y Chrysler para evitar su inminente hundimiento. La intervención del Gobierno de EEUU impidió lo que de otra forma habría sido inevitable.
Aunque se evitó, los contribuyentes de EEUU y de Canadá perdieron bastante dinero con la operación. Todavía el Tesoro tiene 500 millones de acciones de General Motors, de las cuales la compañía recuperará 200 millones a un precio de 27,50 dólares por título, un 7,9% por encima de su valor de mercado el día 18 al cierre.
La operación costará a GM la jugosa suma de 5.500 millones de dólares, más de 4.000 millones de euros. El Tesoro mantendrá 300 millones de títulos, el 19% de la compañía, que se irán vendiendo de forma ordenada de aquí a 15 meses, para dar por zanjado el efecto de la intervención.
El rescate de General Motors supuso una inyección de dinero de más de 70.000 millones de dólares, suficiente para rescatar a España enterita, y aún sobraría. De esa cantidad, 14.600 millones de dólares se esfumaron en el saneamiento de GM y Chrysler, ahora reflotadas y con mucho futuro por delante.
En Motorpasión | ¿Cuánto costó el rescate de General Motors y Chrysler?