Quiero compartir con vosotros una reflexión que me hago últimamente. Antes de hablar de coches, hablemos de teléfonos móviles. Hace 10 años, más o menos, todos hacían lo mismo: servían para llamar, mandar SMS, calculadora, el juego de la serpiente y poquito más. Mirad cómo hemos acabado...
... presentación del iPhone/Samsung de turno y todo el mundo pierde la cabeza. El consumismo nos lleva a demandar lo último... si nos lo podemos permitir. En coches está pasando algo parecido, los ciclos de vida de los modelos, salvo pequeñas excepciones, se están acortando alarmantemente, pero esa evolución está limitada.
No hace mucho tiempo, cuando se sacaba un modelo al mercado, aguantaba bastante más de cinco a siete años. Ejemplos hay a patadas y no hace falta que los ponga. Ahora, cuando un coche aguanta más de siete años en el mercado, falta tiempo para que se oigan los términos "viejo", "obsoleto", "anticuado", etc.
El Salón de Frankfurt es un escaparate de la obsesión de los fabricantes por sacar modelos frescos, con diseños impactantes, más tecnologías a bordo, que si conectividad a Internet, automatismos, ionizadores de aire, asistentes de todo tipo, la sopa de letras más grande en el catálogo (ESP, ABS, TCS, HRC, SEX...) y mejor que pare.
¿Qué pasa? Que a pesar de que los fabricantes están sacando la oferta más fresca, tecnológica y eficiente que jamás ha existido, las ventas han caído una barbaridad. En 2007 se vendían 3 a 3,5 millones más de unidades en Europa que ahora, varias fábricas están a medio gas perdiendo dinero, porque ahora sobra tejido productivo.
En época de bonanza, sí, todos queremos lo último. Cambiar de coche cada cinco años o menos, y el otro al mercado de VO. A los 10-12 años, al desguace. Cuando sale el restyling de un modelo ver como anticuado el anterior, y no digo nada cuando hay cambio de generación: el anterior ya es prácticamente chatarra.
¡Paren el mundo, que me bajo!
Sin embargo, la crisis está poniendo las cosas en su sitio. Tener lo último en coches es muy caro, que se lo digan a quien está siempre tirando de renting, pagando todos los meses, a cambio de tener un coche nuevo siempre a su disposición. La vida útil de los coches se está ¿alargando o moderando? Buena pregunta.
En un contexto económico adverso, eso no hay quien lo mantenga. Solo hay que ver cómo la gente se está bajando de segmento a uno o dos por debajo, apeándose de los motores más potentes a otros más racionales, y quien antes aguantaba el coche x años, ahora lo aguanta mucho más. Que no somos Japón, admitámoslo. Ellos se han quedado las Olimpiadas.
Aportaré un dato... preocupante. En el mes de agosto, Dacia tuvo una cuota de mercado en España del 8,9% de los particulares. Eso es prácticamente decir que casi uno de cada 10 particulares compró un Dacia en españa. Ya pasó también en enero, en que lideraron el mercado. En el acumulado del año, si no me equivoco, está Opel, una marca con más caché.
¿Y por qué hablo de Dacia? Son coches fabricados en países emergentes, partiendo de diseños y tecnologías ya conocidas o desarrolladas para otras marcas (Renault y Nissan), con diseños más simples y con vocación de ser usados mucho tiempo, no como símbolo de estatus, ni de miradmetengoloúltimo, ni de ostentación.
Y lo más gracioso de todo es que se rumorea que Dacia saca tanto beneficio por coche como las marcas Premium, debido a sus bajísimos costes, aunque sus precios sean bajos. Es decir, se pueden fabricar coches modernos, baratos y que vayan a durar. Ojo, ningún modelo de la gama Dacia tiene más de tres años en el mercado desde su aparición...
Vámonos al extremo opuesto. Ford. Se ha currado unos coches muy tecnológicos y punteros, con lo último, y hay estudios que dicen que venden a pérdida y que lo tratan de compensar con la financiera, seguros, postventa y demás. ¿Son los Ford malos coches? ¡En absoluto! Pero tienen mucha rotación para la que está cayendo, y eso hace que Ford tenga unas pérdidas brutales en Europa.
¿Quién es culpable de la "obsolescencia programada"?
¿Es culpa de los fabricantes o de los clientes esta deriva obsoletista? Da igual que hablemos de tecnología o de diseño. Ahora una marca saca un coche con un diseño impactante y en menos de cinco años ya está pasado de moda. Sin embargo, los que arriesgan menos en sus diseños son más intemporales y aguantan mejor los años. Poned vosotros los ejemplos.
La marca x presenta un modelo ahora mismo y ya está trabajando en el siguiente. Inversión constante, chorreos brutales de dinero, y hay que vender mucho o con buenos márgenes para mantener eso. La mayor rentabilidad que ha conocido el sector era cuando los coches aguantaban en el mercado más de siete años con cambios menores.
Ahora mismo, los fabricantes generalistas que se han metido en esta carrera por ser los primeros en todo las pasan canutas para dar las menores pérdidas posibles, ya que hablar de beneficios es un lujo para muchos. A los Premium les va como la seda, gracias a los nuevos ricos y gente que sale de la clase media en países emergentes. Hasta que pinchen.
Esto ha de racionalizarse. Los coches han de cumplir unos estándares en seguridad y emisiones. De acuerdo, eso no es tan difícil. Pero también deben sacar diseños que aguanten más tiempo y no sean pesadillas para los chapistas (menos nervaduras, ondas y líneas dinámicas, en otras palabras).
Cuando me compré mi segundo coche (el de uso diario) usé criterios estrictamente racionales: que me dure más de diez años, que el diseño no se pase de moda en dos días, que sea fiable, un nivel de seguridad más que aceptable, gaste poco hoy y mañana, resistente a futuras políticas recaudatorias por ecología, que me sirva si soy padre... que me guste y que me pueda pagar. Y encontré uno que ya sabéis cuál es.
¿Qué pasaría si los consumidores nos volviésemos más racionales? ¿Y si pensamos más en el largo plazo? Hay que admitir que ya no somos ricos, nunca lo fuimos, y que lo que está pasando es insostenible. Un móvil vale 100 veces menos que un coche. Por cierto, solo me he comprado dos móviles, en 2003 (40 euros) y 2008 (11 euros), para reemplazar el que tenía por avería.
El resto me los han regalado o son portabilidades que he pagado a base de bien. Ni harto de cocaína me gasto más de 200 euros en un teléfono móvil, haga lo que haga. Lo siento, no soy el cliente ideal para empresas como Apple o Ford. Y ahora están empezando con la tontuna de los smartwatch o relojes que hacen algo más que dar la hora.
Mientras la economía no despegue, esos productos con un horizonte de vida tan escaso no van a calar hondo en los bolsillos más modestos. Los fabricantes saben que tienen que concentrarse en los de más alto poder adquisitivo. Renault, por ejemplo, se ha acordado también de los que no están para tirar cohetes ni billetes.
Hacen falta más coches tipo Dacia. La visión de un coche para ser más duradero e intemporal, que cumpla con la legislación vigente, sea económico de mantener y se pueda aguantar muchos años. Un coche que sirve para moverse. Ver las redes sociales, escuchar el espotifai y todo eso está muy bien, pero ¿en el coche?
Lo que me falta por ver es que empiecen a tener aplicaciones tipo Badoo/Orkut, y que te ayuden a sintonizar con conductores sexualmente/psíquicamente compatibles en el atasco, mientras los coches conducen solos. Y quedar en la siguiente gasolinera a compartir aficiones o lo que surja. No queda mucho para eso.
Los coches modernos son un reflejo de lo que está enfermando nuestra sociedad. Vamos cabizbajos por la calle, mirando el esmarfón, mientras estamos rodeados de cientos o miles de personas a las que no hacemos ni caso, ¡hasta en las discotecas y conciertos! Algunos lo hacen incluso cuando conducen, y de vez en cuando, Darwin gana y no les permite perpetuarse en la especie.
Algún día tendrá que acabar esta demencia, y quitarnos la cabeza de que no todo lo que tenga más de cinco años es obsoleto o malo. Que alguien tenga gónadas a decirme que Beethoven, Platón, Miguel Ángel o Bécquer están obsoletos. No, simplemente salieron antes que 50 Cent, Arturo Pérez-Reverte, Terry Richardson o Dan Brown.
¡Mostremos orgullosos nuestros cuentakilómetros llenos de cifras!