La ciudad de Nueva York ha pasado de regalar Apple AirTags para que sus ciudadanos tengan localizados sus vehículos ante la oleada de robos a demandar a los fabricantes de coches. En concreto, a Hyundai y Kia.
La razón: sus vehículos son demasiado fáciles de robar, lo que está causando muchos problemas a los dueños... y a las autoridades.
La culpa la tienen las redes sociales... y la ausencia de inmovilizadores
Según detalla Reuters, la ciudad de Nueva York ha acusado a Kia y Hyundai de negligencia por no instalar dispositivos antirrobo -llamados inmovilizadores- en la mayoría de sus automóviles entre 2011 y 2022.
Nueva York dijo que esto ha "abierto las compuertas al robo de vehículos, la delincuencia, la conducción imprudente y el daño público". Un problema alimentado por los vídeos de TikTok de bandas como los 'Kia Boyz', armados únicamente con un USB.
Una demanda que ya ha sido presentada en la corte federal de Manhattan y con la que buscan obtener daños compensatorios, siguiendo los pasos de otras ciudades como Baltimore, Cleveland, Milwaukee, San Diego y Seattle contra las marcas coreanas.
Las autoridades aseguran que el número de robos se duplicó el año pasado en Nueva York, seguido de una "explosión" en los primeros meses de 2023, con 977 robos reportados, frente a 148 en el mismo período en 2022.
Esto ha llevado al cuerpo de policía a regalar los dispositivos localizadores de Apple, de forma que, en caso de robo, los propietarios puedan dar la localización a la policía.
En comparación, explica la agencia de noticias, Nueva York asegura que los robos de vehículos BMW, Ford, Honda, Mercedes, Nissan y Toyota han disminuido este año.
Hyundai dijo en un comunicado que hizo estándar los inmovilizadores en todos los vehículos en noviembre de 2021 y ha tomado medidas que incluyen una actualización de software para reducir la amenaza de robos.
Pero les está costando caro.
En febrero, Hyundai y Kia dijeron que ofrecerían actualizaciones de software para hasta 8,3 millones de vehículos estadounidenses que carecen de inmovilizadores, a lo que se une el desembolso de 200 millones de dólares en compensaciones a los afectados.
Y todo apunta a que irá a más.