Una de las empresas europeas más potentes en materia energética, la alemana RWE, apuesta por primera vez por los molinos fabricados con torres de madera laminada en lugar de las tradicionales hechas de acero y hormigón para sus futuros parques eólicos terrestres en Suecia.
Así, además de reducir los costes de producción al mismo tiempo que aumenta su capacidad de producción, la firma pretende reducir su huella de carbono, poniendo coto al problema que existe con el reciclaje de muchos de los componentes de estos gigantes cuando llegan al final de su vida útil.
Ventajas e inconvenientes de las torres fabricadas en madera laminada
Después de tres años en desarrollo los aerogeneradores firmados por la start-up sueca Modvion, cuyas torres están fabricadas principalmente en madera laminada, podrían estar listos en su forma definitiva este mismo año: ya están sometiéndose a las últimas pruebas del gigante energético RWE, quien quiere incorporarlos a sus futuros parques eólicos terrestres.
Según Modvion, que levantó el primer aerogenerador con una torre de madera en una isla a las afueras de Gotemburgo (Suecia) en mayo de 2020, su novedoso aerogenerador “tendrá una turbina de 2 MW” en su versión comercial, que medirá 150 metros de altura (palas incluidas), aunque en los planes de la firma sueca también figuran turbinas más altas de hasta 6 MW.
Los motivos de la división sueca de RWE y Modvion para apostar por la madera laminada para sus torres son varios. Por un lado, ambas compañías aseguran que este material “es más resistente a los cambios climáticos que el acero en proporción a su peso”, lo que abriría la posibilidad de fabricar torres más más altas y con menos necesidad de caros refuerzos.
Hemos de tener en cuenta que estas torres de madera son modulares (sus secciones se unen mediante un fuerte sistema de fijación que las hace muy resistentes a las vibraciones generadas por el viento), por lo que son más ligeras, más baratas de producir y, en teoría, menos costosas de transportar que las de los aerogeneradores terrestres más tradicionales.
Por otra parte, la construcción de torres de madera reduce las emisiones en comparación con materiales como el acero y el hormigón, siempre que la madera proceda de “una plantación responsable”, dice el responsable de proyectos terrestres de RWE, Lars Borisson.
En esta línea, Modvion señala que “construir con madera permite reducir radicalmente las emisiones en comparación con materiales convencionales como el acero y hormigón”.
Para apoyar su teoría, la firma alude a un estudio que concluye que el uso de la madera en las construcciones reduce considerablemente las emisiones en comparación con una estructura similar de acero.
Asimismo, estas torres de madera laminada también son más resistentes a la corrosión que los aerogeneradores de acero convencionales, por lo que se reducen los costes de mantenimiento y se prolonga la vida útil del aerogenerador.
Por lo demás, los aerogeneradores con torres de madera de Modvison y RWE funcionan de forma similar que los aerogeneradores convencionales, donde las palas del rotor giran impulsadas por la energía eólica, generando electricidad.
Aunque este es uno de los proyectos más avanzados en cuanto al cambio de tendencia en los materiales para fabricar turbinas eólicas, aún tiene algunos flecos sueltos (como por ejemplo la procedencia exacta de la madera con la que se construirán las torres).
También se ha de tener en cuenta que los elementos más difíciles de reciclar en los aerogeneradores, por delante de las torres, son la 'nacelle' y las palas, por los materiales con los que se fabrican. Solo el tiempo dirá si esta es una alternativa viable para que empiece a producirse el despliegue definitivo y sostenible de la energía eólica terrestre que necesita Europa.