Green Hydrogen International (GHI) ha revelado recientemente los detalles de su proyecto “Hydrogen City”, un centro de producción y almacenamiento de hidrógeno verde de 60 GW que aspira a ser el más grande del mundo de este tipo y que estará activo en 2026 en el sur de Texas (EEUU).
La compañía busca, entre otras cosas, poder surtir a aviones y cohetes de H₂ obtenido exclusivamente a través de energía eólica y solar. Para ello, Hydrogen City anuncia que será capaz de producir más de 2.500 toneladas de hidrógeno verde al año, lo que equivale a aproximadamente el 3,5 % de la producción mundial de hidrógeno gris en la actualidad.
Un reto de proporciones mastodónticas
El hidrógeno verde es uno de los principales candidatos en la búsqueda de alternativas limpias a los combustibles fósiles, no solo para el trasporte terrestre.
Países como China, Arabia Saudí, Chile o España ya tienen en marcha proyectos de H₂ con carácter experimental y EEUU no quiere quedarse atrás, pues ha anunciado recientemente una inversión de 9.500 millones de dólares para impulsar el desarrollo de esta energía limpia a gran escala.
Para poner a Texas en el mapa estadounidense de las energías limpias, la empresa GHI ha anunciado su llegada con un gran golpe de efecto, pues las cifras que anuncia su propuesta cerca del domo de sal de Piedras Pintas (en el condado de Duval, Texas) la convertirían, por el momento, en la mayor del mundo de su clase.
Según su página web, GHI tiene siete proyectos en desarrollo con una producción combinada de un teravatio (1 TW). Hydrogen City será el más grande y el primero en ponerse en marcha, y lo hará por fases. La primera estará en funcionamiento en 2026, aportando 2 GW de producción de energía verde y se servirá de dos cuevas o dos cavernas de almacenamiento para el hidrógeno.
La sal es un medio excelente para almacenar hidrógeno verde, pues como explica CNBC: "se pueden crear cavernas en domos de sal perforando en ellos e inyectando agua en la roca, que disuelve la sal. Se extrae la salmuera resultante, dejando una gran cavidad, y el siguiente paso es almacenar hidrógeno en la caverna. Además, según Fuel Cells las cuevas de sal “tienen un coste diez veces menor que el de los tanques de almacenamiento en la superficie y veinte veces menos que las minas de roca tradicionales”.
GHI afirma que, en próximas fases, “se podrán crear más de 50 cavernas en el emplazamiento, que almacenarán hasta 6 TWh de energía”. Estas cavernas son una parte vital del desarrollo, ya que actúan como un amortiguador para la producción de energía intermitente.
Así, el domo se convertiría en un importante centro de almacenamiento de hidrógeno verde, similar al papel que desempeña Henry Hub (Erath, Louisiana) en el mercado estadounidense del gas natural. Si bien Hydrogen City estaría alimentada principalmente por parques eólicos y solares locales, GHI agrega que planea extraer "energía renovable adicional de la red ERCOT si es necesario durante los períodos de precios bajos".
El hidrógeno verde que se produzca en la instalación se conducirá a la ciudad costera de Corpus Christi y a Brownsville a través de oleoductos, donde las industrias lo convertirán en otros productos como amoníaco verde (utilizado como mezcla de combustible), combustible de aviación sostenible y otros productos.
GHI también tiene previsto construir oleoductos que lleven el hidrógeno directamente a otros clientes, y está estudiando opciones de exportación a Japón y Corea, así como la viabilidad de un combustible verde sostenible para cohetes.
El hidrógeno verde es una de las opciones preferidas que está estudiando la industria de la aviación, que busca un combustible más sostenible capaz de realizar vuelos de larga distancia y también de funcionar para vuelos en espacios aéreos congestionados.
El hidrógeno verde es también un sustituto ideal del gas natural en las centrales eléctricas de gas, o un ingrediente óptimo incluso para fabricar fertilizantes para los agricultores, que se enfrentan a la alta volatilidad de los precios.
Dando un paso más, el hidrógeno verde también puede combinarse con el dióxido de carbono para hacer un combustible de metano más ecológico que podría impulsar cohetes al espacio exterior. Con sede en Texas y relativamente cerca de la nueva sede de SpaceX en Boca Chica, GHI está interesada en captar a Elon Musk como cliente, según Recharge News. Sin embargo, esto aún no ha sido confirmado ni por SpaceX ni por GHI.
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