La Agencia Internacional de Energía (AIE) y la Comisión Europea han creado “Jugando mi parte”, un informe basado en el plan de 10 puntos para reducir el consumo el petróleo que incluye una serie de recomendaciones para que los ciudadanos puedan reducir su uso de combustible y energía, y por tanto, ahorrar dinero al final del año.
Según ambos organismos, si todos los ciudadanos europeos las cumplieran se ahorraría suficiente petróleo como para llenar 120 buques y suficiente gas natural para calentar casi 20 millones de hogares.
Entre las medidas propuestas, se encuentra la de reducir la velocidad en autopistas al menos en 10 km/h: analizamos por qué.
Levantar el pie del acelerador en las autopistas para ser más eficientes
Levantar el pie del acelerador en las autopistas y reducir la velocidad máxima de circulación es un hábito de conducción que forma parte del último paquete de medidas que recomienda llevar a cabo la AIE, tanto para reducir nuestro consumo de combustible en Europa, como para abaratar nuestras facturas a final de mes.
Se trata de una medida que no es nueva, pues ya se planteó una solución similar en la década de 1970, en plena crisis del petróleo. Por aquel entonces, se llegó incluso a racionar el combustible y a restringir el uso del coche en algunos países, como en EEUU.
Para ponerla de nuevo sobre la mesa, la AIE se basa fundamente en la premisa de que “a mayor velocidad media de circulación, mayor será el gasto de combustible total de un vehículo”. Además, tiene en cuenta la velocidad máxima a la que se puede circular en la mayoría de las autopistas de Europa, y sus datos sobre los km que recorre de media cada europeo al año.
En este sentido, algunos países como Bélgica, Finlandia y Portugal o España comparten el límite genérico de 120 km/h de España para circular por autopistas o autovías. En otros lugares como Austria, Eslovenia, Francia, Grecia o Luxemburgo, este límite se establece en 130 km/h. Además, se han de tener en cuenta las excepcionalidades como las de Alemania.
Sin embargo, también nos encontramos con el polo opuesto: países que tienen establecida una velocidad máxima más reducida en este tipo de vías, como por ejemplo Estonia a 90 km/h, o a 100 km/h como Noruega y Chipre.
Tomando como referencia el límite de velocidad más común en Europa y en lo que respecta al ahorro de petróleo, según la IAE, reduciendo la velocidad máxima de los coches en 10 km/h en las autopistas “se podrían ahorrar unos 290.000 barriles de petróleo al día a corto plazo”. A estos se le podrían sumar otros 140.000 barriles de petróleo al día, esencialmente de gasóleo, “si los camiones también reducen su velocidad en 10 km/h”.
Además, como según sus datos el conductor medio de la UE recorre unos 13.000 kilómetros al año, “reducir la velocidad de crucero en las autopistas en 10 km/h podría reducir las facturas de combustible en una media de unos 60 euros al año”, añaden.
Aunque para determinar este dato con exactitud, deberíamos saber qué media de consumo de combustible han tenido en cuenta y el precio de combustible (y cuál) han usado como referencia.
Además de razones de seguridad, también hay razones de consumo para no conducir a más #velocidad de la debida.
— Dir. Gral. Tráfico (@DGTes) July 27, 2021
El consumo ideal de combustible se da a 90 km/h.
Si aumentas a 120 km/h, el consumo se incrementa un 30%.#MejorMásDespacio💟 pic.twitter.com/8uFwfrqJ5w
La Dirección General de Tráfico (DGT) considera que, además de mejorar sustancialmente la seguridad de los conductores, la velocidad ideal para maximizar el ahorro de combustible es de 90 km/h. Por contra, “alcanzar velocidades de 120 km/h se traduce en un incremento del consumo en un 30 %”, según Tráfico.
Otras recomendaciones para abaratar las facturas
En esta línea de propuestas para reducir el consumo de combustible y abaratar nuestras facturas, la AIE también apuesta por compartir coche como una forma de ahorro eficaz. Y es que según sus datos, “la mayoría de los viajes en coche en la Unión Europea se realizan con un solo ocupante”.
Concretamente, la media de ocupación de los coches en Europa es de entre 1,4 y 1,6 personas por coche (en Japón es de 1,3 personas por coche y en EEUU la cifra es de alrededor de 1,5). Así, los viajes en coche compartidos con vecinos, amigos o compañeros de trabajo (algo a lo que las App móviles facilitan cada vez más) ayudan ahorrar combustible y dinero.
Un aumento en torno al 50 % en la ocupación media del coche en 1 de cada 10 viajes y la adopción de las mejores prácticas para disminuir el uso de combustible del coche “pueden ahorrar alrededor de 470.000 barriles de petróleo al día a corto plazo”, dice el organismo.
Así, según la AIE, compartir coche y además llevar la temperatura adecuada en el mismo, “podrían ahorrarle a su hogar unos 100 euros al año”.
Más allá de las medidas específicas en torno a los vehículos de uso privado la AIE también contempla soluciones enfocadas a la eficiencia energética como apagar la calefacción y usar menos aire acondicionado, trabajar desde casa cuando sea posible o viajar en transporte público cuando esté disponible.
De acuerdo con la información que refleja el plan, “bajar el termostato solo 1 °C ahorraría alrededor del 7 % de la energía utilizada para la calefacción, mientras que ajustar el aire acondicionado 1 °C más podría reducir la cantidad de electricidad utilizada hasta en un 10 %”.
Además, “con un viaje medio de ida en coche en la UE de 15 kilómetros, trabajar en casa tres días a la semana podría reducir las facturas de combustible en unos 35 euros al mes”, incluso teniendo en cuenta el mayor consumo de energía en el hogar.
En este sentido el texto apunta a que "los empresarios tienen un papel fundamental que desempeñar para fomentar el teletrabajo" y los viajes en tren en lugar de los vuelos de corta distancia, por ejemplo.
Asimismo, “los gobiernos pueden desempeñar un papel importante brindando incentivos para reducir las tarifas de trenes, autobuses y soluciones de micromovilidad y al apoyar la instalación de paneles solares, la mejora del aislamiento de las viviendas y el cambio a otros combustibles para la calefacción”, agregan.
Todas las recomendaciones contempladas en el plan “Jugando mi parte: Cómo ahorrar dinero, reducir la dependencia de la energía rusa, apoyar a Ucrania y ayudar al planeta” se basan en los anteriores informes presentados por la AIE y la Comisión: “Plan de 10 puntos de la AIE para reducir la dependencia de la Unión Europea del gas natural ruso” y el “Plan de 10 puntos para reducir el uso de petróleo”.
En todos ellos, se busca cómo los gobiernos locales y nacionales pueden trabajar con los ciudadanos para ahorrar.
Siguiendo todas las recomendaciones del último plan, “el hogar promedio de la UE podría ahorrar, en promedio, cerca de 500 euros al año, aunque las cantidades variarían según el tamaño del hogar, la ubicación y el acceso al transporte público, por ejemplo”, reza el texto.
Teniendo en cuenta sus métricas, la AIE estima que si todos los ciudadanos de la UE siguieran las recomendaciones propuestas “podrían ahorrarse 220 millones de barriles de petróleo al año y alrededor de 17.000 millones de metros cúbicos de gas natural”.