España vive un momento de récord en cuanto a uso de energías renovables: más de la mitad de la electricidad que generamos ahora es de origen renovable y además, muy barata.
En este escenario, la histórica central gallega de carbón de As Pontes, inaugurada en 1976, ha echado el cierre definitivo, dejando este combustible por debajo del 2 % de la potencia total eléctrica en España.
Fin a 47 años de electricidad a base de carbón en Galicia
Red Eléctrica ha decidido sacar del mapa As Pontes (A Coruña), dejando la capacidad instalada de este combustible en mínimo históricos. La central de Endesa, la mayor central térmica española, dejó de quemar carbón en 2021, y según datos recogidos por El País, era la decimoquinta central más contaminante de Europa.
El plan para As Pontes pasa por sustituir los 1.400 MW de carbón por 1.300 MW de proyectos eólicos, instalaciones de generación de hidrógeno verde o la construcción de una fábrica inteligente de neumáticos del fabricante Sentury Tire entre otros.
Así que empezamos el año con poco más de 2 GW de carbón activos en España, apenas el 1,7% de la potencia instalada total. Tras el cierre de la planta coruñesa, solo quedan cinco centrales de carbón en España y dos ellas pasarán a biomasa y a gas natural entre este año y el siguiente.
En este escenario, España ha batido un récord histórico en generación con energías limpias, como la hidráulica, la eólica o la solar fotovoltaica, pues hemos superado los 135.000 GWh. En 2022 la cuota fue de 42,2% y 116.695 GWh. Esto ha propiciado que la factura de la luz se suavice.
Según datos del Gobierno, la electricidad en 2023 fue un 58 % más barata que el año pasado y una 31 % más barata que en países como Italia gracias, aseguran, al mecanismo ibérico en le primer trimestre y a la generación de energía renovable. El sector de las energías renovables ya aporta 19.484 millones de euros a nuestro PIB, un incremento del 77 % desde 2018.
Y sin embargo, días como el 30 de diciembre el precio medio del mercado diario en España fue de 30 euros, mientras que en Francia, donde predominan las nucleares, fue de 9 euros. Algo similar ocurrió el 23 de diciembre, cuando el precio medio fue de 70 euros en España mientras que en Alemania -aunque allí el sistema es diferente- fue gratis (en Francia 0,6 euros).
Y es que el principal problema es el sistema del actual 'pool energético', está diseñado para que paguemos precios disparados por las energías más contaminantes (centrales de ciclo combinado o las hidroeléctricas) aunque no hagan falta en momentos puntuales, ya que lo que pagamos en la factura está determinado por el gas.
En el actual sistema, la electricidad se negocia como un producto básico, habitualmente en las bolsas de energía. Cada central eléctrica ofrece su electricidad a un precio individual y de forma que se cubran sus costes. La electricidad más barata se vende primero (las renovables) y si la oferta es insuficiente pueden vender electricidad a mayor precio otras centrales eléctricas de carbón y gas, las más caras.
Y por mucha reforma del mercado eléctrico en la UE, nadie va a tocar el pool.
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