Nos encanta Bring a Trailer. La página de subastas de vehículo es una da las más populares y donde, de vez en cuando, podemos encontrar verdaderas joyas. Por ejemplo ahora mismo es está subastando una International Harvester Scout 80 Camper Deluxe de 1963, un vehículo PER-FEC-TO para ser el turista hipster más feliz del aparcamiento.
Si eres uno de esos aficionados a las gafas de pasta, los jerseys de ganchillo y escuchas música en magnetófono, puede que este sea tu vehículo ideal para salir de vacaciones. Es una camper, pero no como las furgonetas camper modernas que vimos hace unos días, sino como se entendía el mundo camper a principios de los '60.
¿Puedes hacer tus necesidades en tu coche? En esta camper de 1963 sí
Diseñado para ser un vehículo autónomo (no, de los que se conducen solos no), esta International Harvester Scout incorpora todas las comodidades que un aficionado a la aventura y el camping podía necesitar durante la segunda mitad del siglo XX.
A la camioneta pick-up original se le añadió una carrocería trasera de fibra de vidrio, elevada 90 cm sobre la altura natural de la Scout. La carrocería es completamente original y como es lógico con el paso de los años no está en su mejor momento, contando con bastante óxido en algunos puntos. Necesita un poco de cariño.
En el interior está su gran encanto, con un habitáculo realizado en madera y fibra de vidrio en el que podemos encontrar una cocina completa con tres fuegos, fregadero y almacenamiento. En los laterales de la zona de alojamiento dos camas se abren hacia el exterior y que no parecen ni especialmente cómodas ni bien aisladas.
Pero aún hay más, porque las comodidades incluyen congelador, un pequeño comedor, un retrete plegable y un circuito de agua presurizado con un depósito de 45 litros, todo funcionando. Lo único que no hace su trabajo apropiadamente es el sistema de electricidad de 12 voltios.
El motor es un cuatro cilindros de 2.490 centímetros cúbicos con una escueta potencia de 93 CV y 194 Nm de par motor repartidos a las cuatro ruedas. No sabemos exactamente cuántos le quedarán ahora después de 55 años de vida y 110.000 km, lo que sí es seguro es que necesita un buen repaso mecánico, eléctrico y... bueno, de todo un poco.
En cualquier caso esta camper es toda una rareza porque es una de las menos de 100 unidades que se produjeron y una de las muy pocas que aún hoy siguen en circulación. Es más, arranca, se mueve y circula, aunque su actual propietario avisa de que es mejor que el comprador venga a recogerla con un remolque. Pero, ¿qué tendría eso de aventura?
De momento las pujas por esta Scout camper se han congelado en 2.000 dólares. Parece que no interesa demasiado este vehículo de aventura pero por un precio más que razonable podría ser una forma muy curiosa de vivir las vacaciones si nadie se anima en los cuatro días que quedan de subasta.