Los días 20 y 21 de enero, Valentino Rossi tuvo su enésima oportunidad de probar un Fórmula 1, su enésima vez al volante de un Ferrari. El idilio entre el italiano y la máxima categoría viene de lejos y no creo que me confunda al decir que verle vestido de rojo, rojo Ferrari y no Ducati, es uno de los sueños húmedos de algún mandatario del equipo italiano.
El carismo de Rossi junto a su legión de fans no pasa desapercibido. Y como ya hemos visto con la marcha de Kimi Raikkonen al WRC, la llegada de nuevas estrellas hace que la categoría se revitalice. Aunque aún sea pronto para aventurar como lo hará el protagonista. Nunca se sabe cuando se te puede cruzar un árbol. Sea como fuere, Valentino Rossi ha demostrado que sobre cuatro ruedas no es manco. Sus tiempos en estos últimos test celebrados en Montmeló así lo demuestran.
Aunque ya sabemos que las comparaciones son odiosas, y en este tipo de pruebas más ya que nunca se hacen en condiciones ni siquiera parecidas. En el Circuit de Catalunya, al volante de un F2008, Rossi marcó un mejor tiempo de 1′21"900. Un tiempo mejor que la vuelta rápida de Rubens Barrichello en el Gran Premio de España de 2009. Pero lo dicho. Comparaciones odiosas. Un F2008 se parece a un Brawn BGP001 lo mismo que una manzana a una pera. Ambas son frutas. Hasta ahí. Eso sí, si se tienen en cuenta los tiempos en comparación con los obtenidos por Kimi Raikkonen y Felipe Massa en 2008, las cosas mejoran para Rossi.
El mejor tiempo de Il dottore se sitúa a menos de tres décimas del mejor tiempo logrado por Kimi Raikkonen en ese gran premio. No está nada mal. Aunque a más de un segundo del tiempo logrado en calificación por Massa. Sigue sin estar mal. No olvidemos que estamos hablando de un piloto de MotoGP.
Y todo esto para recordar que a Ferrari le gustaría contar con Rossi entre sus filas. Hoy por hoy eso es tan poco factible como que USF1 o Campos Meta logren el Campeonato del Mundo en 2010. Con Fernando Alonso y Felipe Massa al volante, los italianos tiene más que cubierto el cupo de pilotos y si les dan un buen coche, ambos pueden aspirar al campeonato. Con Valentino, Ferrari no tendría, al menos al principio, un piloto que le permitiera luchar por ambos campeoantos. Además, una cosa es realizar los tiempos en test privados y otra cosa es batirse el cobre en la pista junto con otros 25 monoplazas.
Pero más allá de eso, la llegada de Valentino al campeonato no podría ser tan descabellada. Ferrari, además de la Scuderia, cuenta con dos importantes clientes a los que les proporciona motores, Toro Rosso y Sauber.
Está claro que ninguna de las dos estaría dispuesta a renunciar a escoger a uno de sus pilotos a cambio de una designación de Ferrari. Más o menos lo que ha pasado con Giancarlo Fisichella. Pero en el caso de la llegada de una mega-estrella eso podría cambiar. A Red Bull no creo que le pareciera mal acoger a un icono mundial, máxime cuando Rossi está patrocinado por bebida rival, Monster. Algo que ya ha hecho con Kimi Raikkonen en los rallyes. Y es de suponer que Peter Sauber podría poner menos pegas.
Pero como todo esto no es más que pura suposición, seguiremos disfrutando de Valentino Rossi a bordo de su Yamaha M1. La próxima pretemporada, Rossi volverá a pedir a Stefano Domenicali una prueba, y volverán los rumores.
