¿Quién es Max Verstappen? El nuevo piloto de Red Bull
El Gran Premio de España como cada año viene cargado de novedades pero, sin duda, la más relevante en esta temporada es el debut de Max Verstappen. El piloto que ha batido todos los record de precocidad en la Fórmula 1, da el salto definitivo a un equipo competitivo como reemplazo de Daniil Kvyat.
El ya expiloto de Toro Rosso debutará con Red Bull como compañero de equipo de Daniel Ricciardo pero, ¿quién es este jovencísimo piloto? Y más aún, ¿cómo ha llegado a ser piloto de Red Bull a los 19 años tras solo temporada y media en la categoría? Estos es su historia.
Max (Emilian) Verstappen nació el 30 de septiembre de 1997 en Bélgica. Su padre, Jos Verstappen, militaba en el equipo Tyrrell en la Fórmula 1 de aquel entonces. Su madre, Sophie Kumpen, era una enamorada de las carreras que ya en su juventud había disputado algunos eventos en el karting.
Tras ocho temporadas en la Fórmula 1 Jos Verstappen salía de la máxima categoría de los monoplazas dejando atrás una carrera plagada de abandonos y sin grandes resultados. Entre sus múltiples compañeros de equipo, destaca Michael Schumacher en el 94 y y, aunque con un palmarés más discreto pero que nos es más cercano, Pedro de la Rosa en el año 2000 como parte del equipo Arrows.
Viniendo de la familia que venía seguro que no sorprendió a nadie cuando a los ocho años, en 2005, Max se subía por primera vez al podio en el Limburgs Kart Championship en la categoría Mini-Junior. Desde entonces y hasta 2013 los éxitos en el karting se sucedieron temporada a temporada. La segunda generación de los Verstappen estaba preparada para dar el salto definitivo a los monoplazas.
En su primera temporada en la Fórmula 3 no dejó indiferente a nadie. A mitad de año Max ya tenía sobre la mesa dos invitaciones, una de Mercedes y otra de Red Bull, para formar parte de sus programas de jóvenes pilotos. El holandés- tiene doble nacionalidad: belga y holandesa- se decantó por los de la bebida energética que no tardaron en presentarlo por todo lo alto y destacar el tanto que se habían marcado frente al fabricante alemán.
Según hemos podido saber después, Red Bull era el que antes ofrecía a la joven promesa un debut en la Fórmula 1. De hecho, en agosto de ese mismo año, Toro Rosso anunciaba a Verstappen como uno de sus pilotos para 2015 y en el Gran Premio de Japón hacía su debut en una primera sesión de entrenamientos libres con tan solo 17 años. Por desgracia, su debut se vio relegado a un segundo plano tras el fatal accidente de Jules Bianchi en la carrera del domingo. Max no ganaba la Fórmula 3 al final de la temporada, de hecho, tan solo podía ser tercero.
En el Gran Premio de Australia de 2015, Verstappen hacía su debut oficial en la Fórmula 1 con tan solo 17 años, sin siquiera la edad mínima para obtener el carnet de conducir. Desde que se anunciase su fichaje hasta la salida en Albert Park, la polémica que había rodeado al piloto era enorme. La presión que el holandés tenía sobre sí mismo era máxima. Su juventud y su inexperiencia en monoplazas preocupaban a unos mientras que otros, alababan lo poco que le había podido ver en pista.
A pesar de todo, Verstappen conseguía firmar una gran carrera que podría haber acabado en puntos si su motor Renault no hubiese dicho basta cuando rodaba sexto. Los puntos, de todas formas, no se hacían de rogar. En el siguiente Gran Premio, en Malasia, la séptima posición le convertía en el piloto más joven en puntuar un Gran Premio, honor que ostentaba Daniil Kvyat hasta el momento.
Tras algunas carreras complicadas y varios abandonos, en el Gran Premio de Hungría Max Verstappen lograba cruzar la meta en la cuarta posición, a las puertas del podio. Resultado que repetía algunos Grandes Premios después en Estados Unidos. Los resultados se traducían en puntos y la satisfacción del equipo con su promesa crecía.
Polémico hasta el final
No todo iba a ser un camino de rosas en el camino. Además de las dudas generadas en su llegada a la Fórmula 1, Verstappen se ha visto rodeado de polémica en varios momentos en el último año y medio y no precisamente por causas ajenas a su persona.
Uno de los problemas que primero le explotaron fue efecto de la agresividad que tanto había gustado a los especialistas antes de su debut. En en el Gran Premio de Mónaco de 2015 Max terminó contra las protecciones tras golpea a Romain Grosjean en la famosa Santa Debota. Poco después, en Silverstone, también terminaba empotrado cuando trataba de remontar posiciones tras una mala salida. El trompo le salía caro porque la FIA le sancionaba con cinco puestos en la parrilla de la próxima carrera y dos puntos de su carnet de F1- si un piloto llega a los 12 no puede disputar el siguiente Gran Premio.
Aun así, Verstappen no cambió sus formas y en Hungría firmó el que después sería nombrado como mejor adelantamiento de la temporada. El de Toro Rosso superó a Felipe Nasr en una maniobra espectacular que impresionó a los aficionados y le sirvió para sumarse un galardón en los premios de final de temporada de la Federación Internacional de Automovilismo.
Pero, sin duda alguna, la mayor cantidad de broncas que Max Verstappen ha tenido en su año y medio en Toro Rosso han sido con su compañero de equipo. Carlos Sainz, fichaba por los de Faenza tiempo después de que el holandés lo hiciese y con el título de las World Series by Renault debajo de el brazo.
Desde el principio la competitividad entre ambos fue extrema. La presión que ejercen en Red Bull sobre sus pilotos les obliga a estar siempre por delante de su compañero de equipo y la tensión en el ambiente es palpable. Como hemos dicho en el Gran Premio de Hungría de 2015 Max Verstappen logró su mejor resultado hasta el momento, pero también comenzó una guerra interna con el madrileño.
Toro Rosso benefició a Max permitiéndole parar antes que a Carlos, aunque éste iba primero y, en teoría, tenía que haber recibido el favor del equipo por ello. En el pasado Gran Premio de China, según ha trascendido en los cuchicheos del paddock, una situación similar pudo tener lugar en el garaje de Toro Rosso. Según se ha podido saber, Franz Tost, jefe del equipo, se vio obligado a llamar a una reunión a Max, su padre Jos- que no se separa de su hijo nunca- y Xevi Pujolar, ingeniero español que ha trabajado hasta ahora mano a mano con Verstappen hijo, para poner las cosas claras dentro del box.
Beneficios del equipo a parte, Verstappen también protagonizado momentos de desobediencia a las órdenes de equipo que quizá si lo hubiese hecho otro piloto, se hubiese encontrado en la calle. Tanto Carlos como Max han sido llamados en más de una ocasión a dejar pasar a su respectivo compañero de equipo. Mientras que Sainz ha obedecido en todas y cada una de ellas, Verstappen ha optado por hacer oídos sordos y continuar con su carrera de la mejor forma posible.
Bueno, sea como sea,el pasado pasado está y ahora es momento de pensar en el futuro. Habrá que estar atentos a la progresión de Verstappen en las próximas carreras para ver si consigue adaptarse pronto al Red Bull y empezar a competir al máximo nivel.