El gigante americano Ford Motor Company acaba de presentar a sus inversores una estrategia de futuro que pretende modernizar la compañía. El objetivo de la nueva directiva, encabezada por Jim Hackett (CEO), es convertir Ford en un actor protagonista de la movilidad del futuro, mediante el desarrollo de vehículos inteligentes, entre otras cosas.
El agresivo replanteamiento de la compañía que propone este plan está basado en reducir costes y rediseñar la forma de trabajo de la empresa de cara al éxito futuro. Los recursos disponibles se asignarán a las regiones, productos y servicios con el mayor potencial de crecimiento y retorno. Esto supone que en los planes de Ford habrá más SUV y pick-up, y menos turismos.
La compañía de Detroit reitera su objetivo a largo plazo de obtener un margen de explotación del 8%, para lo cual necesitará llevar a cabo profundos cambios tecnológicos con los que enfrentarse a sus nuevos competidores, empezando por ofrecer servicios, además de vehículos, todo centrado en la experiencia del usuario.
Reducción de costes, conectividad, electrificación...
Uno de los pilares de este plan de futuro es acelerar el lanzamiento de vehículos inteligentes y conectados, así como de servicios que los clientes requieren y valoran. Ford afirma que todos sus coches comercializados en 2019 en Estados Unidos contarán con conectividad, y para 2020 el 90% de todos sus productos globales ofrecerán estas soluciones.
Al mismo tiempo, la reducción de costes es un factor clave para aumentar los beneficios. Por ejemplo, Ford pretende ahorrarse 4.000 millones de dólares en gastos de desarrollo en los próximos cinco años aumentando el número de piezas comunes a lo largo y ancho de su oferta de automóviles, reduciendo de esta forma tanto la complejidad de los pedidos como la necesidad de fabricar tantos prototipos.
La asignación de recursos donde realmente hacen falta también es una pieza fundamental de los planes de Ford. Para empezar, 7.000 millones de dólares van a pasar de dedicarse a turismos a hacerlo en todocaminos, SUV y camionetas pick-up, incluido el nuevo Ford Bronco. Además, la idea es reducir el tiempo de los procesos de desarrollo de nuevos modelos en un 20% gracias a avances en robótica, realidad virtual, logística, etc...
Otra forma de reducir gastos es la futura fabricación en China del nuevo Focus para Norteamérica, o la búsqueda de socios estratégicos en investigación y desarrollo, como Mahindra Group (desarrollo de negocio en India), Zoyte (desarrollo de vehículos eléctricos de bajo coste para China) o Lyft (desarrollo de vehículos autónomos).
Por si fuera poco, el gigante estadounidense ha comunicado que reducirá de manera importante su inversión en motores de combustión interna, en concreto en una tercera parte, y dedicará esta suma de dinero -y los 5.400 millones de dólares que ya había anunciado previamente- a la electrificación de su gama.
Por último, Ford ha anunciado la creación de una división específica para vehículos eléctricos que ya trabaja en lanzar 13 nuevos productos electrificados en los próximos cinco años, incluidos el Ford F-150 híbrido, el Ford Mustang híbrido o un pequeño SUV eléctrico.
