Aunque no se comercializará en Europa hasta el próximo año, el Ford Edge 2015 ha sido presentado ya en Colonia, en Alemania, para todo el mundo. Este modelo es global y apenas cambiarán pequeños matices entre los diferentes mercados. Se trata de un todocamino (SUV) grande, de segmento D.
Este nuevo Ford Edge es la segunda generación del modelo, aunque aquí en Europa no conocimos en persona su predecesor que se presentó a finales de 2006. Ahora que en Europa también nos gustan este tipo de vehículos, Ford completa la gama con este tercer modelo, después del Ford Kuga, el todocamino de tamaño medio, el primero en llegar, y del Ford Ecosport, el todocamino pequeño.
Ford Edge, no cambia demasiado con respecto al Concept
Si recordamos el prototipo previo que anticipaba cómo sería el nuevo Ford Edge, el Ford Edge Concept desvelado en noviembre del año pasado, se puede ver que no ha habido apenas cambios en el diseño exterior del coche, más allá de los faros, tiradores de las puertas y poco más.
Se trata de un todocamino grande, con una altura libre al suelo aparentemente generosa y mucha anchura. El frontal se muestra un tanto cuadrado, robusto y fuerte, con un aspecto bastante "americano", con una parrilla cromada muy grande. Los pilotos posteriores LED conforman una línea que después de rodear el contorno del piloto fluye de un lado a otro.
Las llantas de aleación son muy grandes, de 20 pulgadas, pero dadas las dimensiones de este coche, no lo parecen tanto. Ford no ha desvelado aún todos los datos definitivos, aunque del Ford Edge Concept sabíamos que medía 4,70 metros de largo, 2,12 metros de ancho (entre espejos), 1,7 metros de alto y 2,85 m de batalla.
En el interior pueden notarse algunos cambios más con respecto al prototipo que en el exterior, pero aún así no cambia mucho y las líneas generales se respetan. Básicamente desaparecen las pantallas extra traseras y cambia algún detalle ornamental.
Ford Edge: para competir con los 'premium'
El jefe de diseño y el ingeniero encargado han hecho hincapié en que se han detenido en la búsqueda de materiales para el interior para intentar lograr una calidad de acabado que pueda competir con la de los todocaminos de marcas premium. Aseguran también que la calidad de rodadura e insonorización aspiran a eso mismo.
El ambiete interior es agradable y según se mire un poco austero. Es cierto que se respira un ambiente de alta calidad visual de acabado, y no se encuentran bordes de plástico afilados o juntas mal resueltas. O se utiliza material sintético acolchado, o se utiliza cuero o se utiliza plástico duro revestido de goma, que mejora notablemente apariencia y tacto con respecto a un plástico duro tal cual.
Sin embargo, seguramente por ser una unidad de preproducción, algunos detalles de estos plásticos no estaban perfectos. No es esto extraño en este tipo de unidades que sirven para ir depurando detalles y poner a prueba la fabricación. Muy probablemente se subsanen en los coches definitivos.
El suelo del habitáculo está bastante alto, pero no tanto como para tener problemas para subirse. El puesto de conducción permite dominar visualmente la carretera, aunque la posición de conducción no resulta demasiado alta con respecto al suelo del coche. El interior es espacioso, hay altura libre al techo más que suficiente, y sobre todo se nota que hay mucha anchura.
Los asientos me parecieron muy cómodos, y ojalá vengan tal cual a Europa. El respaldo tiene un refuerzo lumbar acolchado, no muy duro, que resultaba muy agradable. El espacio para las piernas en las plazas traseras es también bastante bueno. El maletero es grande, pero no conocemos exactamente el volumen. Ford solo indicó que con los respaldos de los asientos posteriores abatidos se tiene un volumen de 1788 litros.
La boca de carga es muy grande, tiene formas muy regulares y el plano de carga queda al mismo nivel que el borde, pero un poco algo con respecto al suelo. El portón del maletero, en la unidad de la presentación, venía con apertura automatizada. La pega que se le puede encontrar es que el borde inferior del portón puede quedar un poco bajo para aquellos conductores más altos.
Diría que el volante es el mismo que el del nuevo Ford Mondeo (que pudimos conocer en Dearborn en 2013). El cuadro de instrumentos, si no es igual (que yo creo que sí), es casi idéntico. Tiene un reloj analógico en el centro y dos pantallas digitales a color a cada lado.
La misma sensación tuve con el mando de las luces, una rueda giratoria a la izquierda del volante, y con la palanca de cambio (automático). La consola central también recuerda a la del nuevo Mondeo, con un diseño muy simplificado, pero no tanto como en la berlina, y está presidida por la pantalla a color táctil de 8 pulgadas del nuevo sistema SYNC 2.
Con prácticamente toda la última tecnología
Además del sistema de conectividad multimedia SYNC 2, el Ford Edge vendrá, ya sea de serie, ya sea opcionalmente, con múltiples elementos tecnológicos de confort, ayuda y asistencia al conductor: destacan el sistema de cancelación activa de ruido (que también se vió en el nuevo Mondeo Híbrido), que genera a través de los altavoces del habitáculo ondas sonoras opuestas a las del ruido para minimizarlo, la dirección asistida adaptativa (de desmultiplicación variable) y la cámara frontal de 180 grados, que ayuda a ver mejor en los cruces.
Además de esto también estarán presentes el control de crucero adaptativo, frenada automática en ciudad, reconocimiento de señales de tráfico, limitador de velocidad automático, detector de ángulo muerto de los espejos retrovisores, asistente de mantenimiento en carril, llave configurable MyKey, sistema de aparcamiento semiautomático avanzado, airbags en los cinturones traseros (o cinturones traseros hinchables), calefacción y aire acondicionado en los asientos, etc.
Diésel de 180 y 210 CV
En cuanto a motores para el Ford Edge, solo se detuvieron a destacar el nuevo motor diésel 2.0 TDCi, disponible con dos potencias:
- 180 CV y 400 Nm, asociado a un cambio manual de seis velocidades, con unas emisiones de CO₂ de 149 g/km, lo que vendría a ser un consumo homologado de unos 5,6 l/100 km.
- 210 CV, asociado a un cambio automático de seis velocidades, con unas emisiones de CO₂ de 159 g/km, lo que significaría un consumo de unos 6,0 l/100 km.
No está del todo claro si habrá versiones con tracción delantera y con tracción total, pues en la presentación solo se habló de la tracción integral inteligente con control de par motor y control en curva.
En la presentación Ford ha dejado claro que el posicionamiento del nuevo Ford Edge es con los todocaminos de hasta 4,80 m como el Volkswagen Touareg o el Volvo XC90. Según nos explicaron, la marca norteamericana intentará acercarse en calidad y cualidades, pero a un precio más competitivo.
Se comercializará en tres acabados, Trend, Sport y Titanium. En el acabado Sport hay ciertos detalles de diseño que permiten diferenciarlo de los otros dos, por ejemplo la parte baja de los paragolpes, y las protecciones de los estribos, y también matices en el interior, como por ejemplo los asientos deportivos.