El Ferrari 412 Pavesi Ventorosso fue una creación especial llevada a cabo sobre una de las unidades de 412, concretamente una del año 1989. La firma encargada de fabricar este one-off descapotable fue Carrozzeria Pavesi. No se si vosotros les conocíais, yo desde luego no.
Su condición de único en el mundo le hace muy especial, y para gustos están los colores, pero a mí desde luego que me lleva al borde de la lágrima. Carrozzeria Pavesi no sólo convirtió al cupé 2+2 en un descapotable de cuatro plazas, sino que además a nivel de carrocería hizo unos cuantos cambios que no sabría cómo catalogar.
Un Ferrari tan único como peculiar
Con la evolución del 400 al Ferrari 412, la berlina de altos vuelos se actualizaba. El motor V12 pasaba de cubicar 4.823 cc a 4.943 cc y la potencia pasaba de los 310 a los 340 caballos. Bajo el capó el Pavesi Ventorosso mantiene el mismo V12 que traía de serie.
La verdad es que el trabajo de carrocería en la parte delantera estaba bastante conseguido para aquella época. Manteniendo una línea muy similar al original, los faros escamoteables dejaban paso a unos fijos convencionales en disposición horizontal en combinación con una parrilla que discurría por debajo de ellos de esquina a esquina del frente.
Esta parrilla incluía el logo de la marca y sus barras tenían una disposición horizontal muy ochentera que con la parte baja del frontal y los faros le daban mucha presencia y sensación de anchura.
Por detrás es otra historia, cuidado los que sois de ojos sensibles. La estilizada zaga del 400/412 se vuelve un mazacote poligonal. A los cuatro faros originales y las cuatro salidas de escape se les suma ahora otra "parrilla" de plástico negro que abraza toda la trasera desde los laterales al estilo Testarossa. Tengo que decirlo: no pinta nada.
Como buen modelo único en el mundo, el 412 Pavesi Ventorosso sale a la venta en la web de Maranello Service (Calvatone, Italia) por un precio nada barato: 120.000 euros. Eso sí, supuestamente está casi nuevo con 30.000 kilómetros con el interior y el exterior perfectos. Bueno, salvo por ese horrible casete que lleva en el salpicadero.
Lo que sí hay que reconocer es que pese a haber muchos otros cavallinos infinitamente más bonitos, como inversión y objeto de coleccionismo lo veo hasta barato. Seguro que no tarda mucho en venderse.