El pasado jueves Justin Bieber cumplió 18 años, aunque sigue siendo “menor de edad” hasta los 21. De acuerdo, es algo irrelevante per se, pero no lo es tanto si atendemos a cuál ha sido su regalo. Su promotor le regaló un Fisker Karma durante el programa de Ellen Degeneres en directo.
Este chiquillo ya tiene un garaje que ya nos gustaría tener a otros, incluyendo Cadillac CTS Coupé, Porsche 911 Turbo, Lamborghini Gallardo Spyder, Ferrari F430, Range Rover Sport Project Kahn, etc. La elección del modelo no ha sido casual, es por un motivo de imagen, que parezca más ecológico. Yo firmaría ahora mismo la venta de mi alma por eso, ¡todo sea por la ecología!
Su nuevo juguete está valorado en 100.000 dólares. A su edad, aunque muchos matarían por tener en ascuas a la mitad de las adolescentes del primer mundo, otros se conformarían no solo con el carné, sino con poder conducir semejante colección de cochazos a su edad (o a cualquiera).
De toda esto, quedaos con lo positivo. Mientras esté conduciendo, no estará cantando. Al loro del detalle del Range repleto de chatis amigas. Creo que he sentido un conato de envidia, me voy a pedir asistencia psicológica urgente.
Caray con el crío. Podremos decir de él de todo, pero no que tenga mal gusto sobre coches.
Voy a lanzar una pregunta envenenada. ¿Quién habría pasado una adolescencia como la suya, haciendo el videoclip más votado negativamente en la historia de Youtube y cantando lo que canta… por esos coches? Pensadlo, es lo más parecido a vender vuestro alma al diablo.