Las siglas ACR imponen respeto. Son las que distinguen a los Dodge Viper más bestias jamás producidos y las manos que se encargaron de que la víbora americana consiguiera el bestial récord de 7:01'03 minutos en Nürburgring (justo antes de estrellarse), llevando hasta los 765 CV al enorme motor 8.4 V10.
Después de varios años sin noticias suyas, el Grupo FCA parece que está gestando algo en su división más deportiva al otro lado del charco: un Dodge Challenger ACR.
Dodge Challenger ACR: a la guerra de los muscle car deportivos
Si nos fijamos en el catálogo de FCA en Estados Unidos, tras la desaparición (lenta y agónica) del Dodge Viper no ha quedado ningún referente verdaderamente deportivo. Sí, está el Dodge Challenger SRT Demon, pero se trata de un coche con un propósito muy exclusivo: ser rápido en línea recta y poco más.
Para solucionar esto, las manos de ACR se estaría poniendo manos a la obra para gestar una versión deportiva y capaz tomando como base al muscle car americano. No hablamos de una versión potenciada sin más, sino de una variante deportiva con cambios destinados a ser rápido en línea recta, en curvas y sobre todo en circuito.
Lo cierto es que estos rumores no son nuevos pues llevan escuchándose desde 2019, pero al parecer tras la detención de los proyectos por culpa de la pandemia el Dodge Challenger ACR habría vuelto a la carga, según informan en allpar.com.
Los cambios que recibiría la nueva bestia americana serían un kit aerodinámico específico destinado a generar carga para mejorar la tracción y el manejo, un prominente splitter delantero y alerón trasero fijo al estilo Viper ACR.
Uno de los puntos débiles del Challenger es el peso, pues el Challenger SRT Hellcat roza los 1.900 kg, así que el Dodge ACR buscaría rebajar considerablemente esta cifra usando de manera intensiva la fibra de carbono, aunque difícilmente conseguirán bajar mucho más allá de los 1.800 kg. Salvo que puedan obrar milagros en ACR, este será el talón de Aquiles del proyecto contra su competencia.
Por lo demás se incluirán llantas aligeradas, una suspensión de alto rendimiento con ajuste mecánico, sistema de refrigeración reforzado y un conjunto completamente nuevo de frenos con material Brembo.
En lo referente al motor podría haber dos opciones: una con el motor V8 Hemi 392 de 6.5 litros y otro procedente del 6.2 V8 sobrealimentado del Dodge Challenger Hellcat Redeye, un motor derivado del que se utiliza en el Demon pero con especificaciones únicas para conseguir 808 CV. Compresor, pistones, bielas y otros componentes son nuevos en el Redeye y puede que en el ACR se introduzcan aún más cambios.
De momento no hay ninguna confirmación oficial por parte de la marca, pero lo que parece bastante claro es que Dodge quiere seguir manteniendo un coche deportivo de referencia y, de paso, poder hacer competencia a los otros dos pesos pesados del segmento: Chevrolet Camaro ZL1 y Shelby Mustang GT500.
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