El pasado mes de enero nos llegaron noticias sobre un Tesla Model S que había terminado su vida útil reducido a cenizas en Noruega, mientras se recargaba en un supercargador Tesla, y poco después tanto las autoridades del país nórdico como la propia Tesla se pusieron manos a la obra para averiguar mediante sendas investigaciones qué había pasado aquel día con el Model S en cuestión.
En un principio el fabricante californiano admitió que no tenía ni idea de qué había ocurrido, pero hace unos horas ya se han presentado los resultados a su investigación: el incendio se debió a un cortocircuito en la caja de fusibles del coche. Así pues, se confirma lo que las autoridades Noruegas habían afirmado: el fuego probablemente comenzó en el interior del propio vehículo.
Tesla reafirma que sus cargadores son realmente seguros, con más de 2,5 millones de operaciones satisfactorias, aunque esta situación ha empujado a la compañía a mejorar sus sistemas de seguridad. De hecho, la próxima actualización del Model S incluirá una mejora de software con un protocolo de diagnóstico capaz de detectar posibles cortocircuitos y detener el proceso de carga.
"En enero hubo un incidente aislado en el que un Model S se incendió mientras usaba un supercargador. La causa fue un cortocircuito en la caja de fusibles del coche. Los supercargadores se desconectaron inmediatamente ante el cortocircuito y nadie resultó herido en el incendio. Nuestra investigación confirma que es un caso aislado, aunque debido a lo dañado del vehículo, no podemos identificar definitivamente la causa exacta del cortocircuito", ha asegurado el responsable de comunicación de Tesla en Noruega.
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