Para Renault el quick drop ya no es una prioridad. Esa es la principal conclusión que se puede sacar de las ultimas declaraciones realizadas por el presidente de la alianza Renault-Nissan, Carlos Ghosn. El único fabricante de automóviles que apoyaba esta tecnología dice por lo tanto adiós.
La marca francesa continuará fabricando y vendiendo el Renault Fluence Z.E., el único modelo de la gama con cambio rápido de baterías, pero no se espera que lleguen nuevos coches en el futuro con esta posibilidad. Parece que se cumplen las previsiones que os contábamos hace unos meses.
Renault empezó bastante fuerte con este tema. El fabricante francés hizo varios acuerdos con Better place para que esta ultima se encargase de la red de estaciones de cambio de baterías. El tiempo ha demostrado que esta idea, pese a ser ambiciosa, no cuaja entre los consumidores que lo ven como un sistema demasiado complejo.
Estaciones de cambio rápido, cuotas mensuales por el servicio, cuotas mensuales por el alquiler de baterías, el hecho de no tener tu batería en propiedad sino que a tu coche le pueden poner cualquier acumulador... eran demasiados cambios juntos y el público no lo ha visto con buenos ojos. En contraposición, el sistema tradicional de carga con enchufe parece mucho más sencillo y confiable.
Better place opera casi exclusivamente en Dinamarca e Israel, países que por su escasa superficie se pueden cubrir con sólo un puñado de estaciones de camio rápido. Pero lo cierto es que pese a tener una buena cobertura de estaciones, la gente no se ha decantado por este sistema. Prueba de ello son las escasas ventas que está teniendo el Renault Z.E. muy por debajo de otros vehículos eléctricos como el Nissan Leaf.
Renault ha debido de pensar que si esto no funciona en dos países con una geografía adecuada para el sistema, cómo lo va a hacer en estados mucho más grandes y complicados de cubrir con las estaciones. El principal damnificado con esta decisión obviamente es la propia Better Place.
El modelo de negocio puede llegar a triunfar pero para eso hace falta que lo utilice una gran masa de conductores. El problema es que sólo hay un coche compatible con esta tecnología, y tanto Renault como el resto de fabricantes no parecen estar por la labor de sacar nuevos vehículos compatibles.
Sin el apoyo de su principal socio, pronostico que a Better Place no la queda mucho tiempo de vida. Ya tenían ciertos problemas hasta ahora pero esta noticia seguramente acabe con ellos. De momento resisten en sus feudos de Israel y Dinamarca, pero ¿qué pasará cuando Renault deje de fabricar el Fluence?.
Renault por su parte dice que a partir de ahora se van a centrar en mejorar la capacidad de las baterías y los procesos de recarga. Si avanzan lo suficiente en estos dos campos, puede que en un futuro cercano ya no haya mucha diferencia entre recarga rápida y cambio rápido de batería.
Vía | Energiwach