Más tecnológico, con mayor atractivo y con mejor autonomía: así quiere el Nissan LEAF ser el eléctrico del pueblo
De manera un tanto perezosa pero con paso firme, los vehículos eléctricos se van abriendo hueco en el mercado de la automoción. Las apuestas cada vez son más ambiciosas y los eléctricos, sabedores de que son el futuro, se esmeran por ampliar sus horizontes.
Uno de los pioneros en este tipo de movilidad limpia, económica y sostenible es el Nissan LEAF, un compacto al que seguro que ya conoces porque tiene el mérito de ser el eléctrico más vendido en el mundo y que dentro de poco verá llegar a una nueva generación mejor preparada y dispuesta a seguir comiendo terreno a los motores de combustión al mismo tiempo que agita el avispero de los eléctricos.
Nissan LEAF 2018, una apuesta aún más razonable
El LEAF mantiene los rasgos característicos de compacto aerodinámico que ya estrenaron las primeras generaciones, pero para 2018 va a estrenar una línea completamente nueva, con un aspecto mucho más moderno y unos rasgos del recientemente renovado Nissan Micra que bien pueden darnos algunas pistas, como el prototipo SWAY presentado en el Salón de Ginebra de 2015 con el que vemos unas notables similitudes.
Estéticamente y según hemos podido ver en las primeras filtraciones, la generación venidera del LEAF será bastante más atractiva que la actual. Una longitud algo mayor, un morro con líneas más afiladas y agradables y un trasero con cintura alta le dan un toque de gracia extra. Justo lo que los consumidores demandaban a los eléctricos: una apariencia mucho más apetecible.
Evolución técnica y también tecnológica
El apartado tecnológico es determinante a la hora de concebir un vehículo eléctrico. Más allá de ser un motor, un paquete de baterías y cuatro ruedas, los eléctricos son referentes en cuanto a implementar avances tecnológicos que nos acerquen a la movilidad limpia del futuro.
Vale, aquí el Model 3 gana por goleada en cuanto a tecnología con su interminable lista de equipamiento de serie u opcional (un saludo al Autopilot), y aunque el LEAF no intentará meterse en esta lucha sí que estrenará algunas características que le convierten en un coche avanzado con respecto a los demás eléctricos.
Uno de ellos es el e-Pedal, un sistema para acelerar y frenar sólo con el pedal derecho, pero en realidad no es ninguna novedad. El otro es la incorporación de un asistente de conducción capaz de tomar el control del acelerador, freno y dirección en algunas situaciones concretas como atascos o autopistas.
El tercer elemento estrella que por ahora conocemos del LEAF es el asistente de aparcamiento automático que meterá el coche en cualquier aparcamiento en batería, por estrecho que sea, sólo con mantener pulsado un botón.
Vale, no es un equipamiento asombroso, pero ya es una apuesta que va un paso más allá de lo que teníamos. Es la evolución lógica en un coche que tampoco pretende ser el más equipado pero sí el más razonable, el conjunto más completo por un precio asumible (salvando las distancias obvias contra los coches de combustión) dentro del tipo de coche que hablamos.
Al margen de la estética, el gran salto cualitativo de esta generación de LEAF incipiente es una nueva autonomía cuyo objetivo se sitúa en torno a los 350 km. Esta cifra se conseguiría utilizando unos nuevos paquetes de baterías de mayor capacidad con dos opciones a elegir entre 45 kWh y 60 kWh según apuntan algunos medios, pudiendo alcanzar en condiciones reales los 320 o más 420 km de autonomía real.
Esto quiere decir que su capacidad para acumular kilómetros se dispara con respecto a la generación anterior de 30 kWh con una autonomía teórica de 250 km según ciclo NDEC (172 km según EPA), y que al mismo tiempo lo convierte en el único capaz de plantar cara al Model 3. Bueno, o no del todo.
¿Debe temer el Nissan Leaf al Tesla Model 3?
Es cierto que desde la llegada a las calles en 2010 de las primeras unidades y hasta diciembre de 2016 se han vendido más de 250.000 LEAF en todo el mundo, lo que le convierte por derecho propio en un pionero, pero en uno malacostumbrado sin una competencia real y efectiva hasta la fecha.
Renault ZOE, BMW i3, Volkswagen e-Golf, Hyundai Ioniq, smart forfour electric drive o KIA Soul EV son algunos de los rivales contra los que podríamos enfrentar de algún modo al antiguo LEAF (por tamaño, concepción, autonomía, potencia...), pero no al nuevo, y ahí es precisamente cuando nos toca marchar a las Américas.
Sí, en efecto, Model 3 y el nuevo LEAF, ambos son coches eléctricos de última generación pero eso no les convierte en competidores directos al igual que pasa con sus homólogos de combustión. El que de momento haya poca variedad en el mercado de los coches a pilas no justifica una rivalidad frontal.
Cada uno juega en una liga diferente. El comprador que se interese en uno no estará interesado en el otro y viceversa. Así que la respuesta es rotunda: no, pero vamos a explicarnos.
Por concepción (y resumiéndolo de un modo muy genérico), el perfil del cliente de un LEAF busca algo práctico, un utilitario para utilizar a diario en desplazamientos cotidianos, un coche de batalla pero que sea respetuoso con el medio ambiente y sin estridencias. Al otro lado de la balanza el Tesla también se preocupa por el medio ambiente, pero a su manera, de un modo mucho más lujoso, techie y con una línea notablemente más deportiva.
En cuanto a las medidas exteriores no hay punto de comparación, pues el japonés es un compacto de tipo C mientras que el americano es todo un segmento D. Berlina contra compacto, el Tesla es 249 mm más largo con 4.694 mm frente a 4.445 mm del LEAF actual, lo que les descarta para ser competidores en lo que a tamaño se refiere aunque se prevé un ligero crecimiento del japonés.
Sin llegar al nivel de Tesla, en realidad sí que hay otro coche capaz de aguarle la fiesta al LEAF, y también llega desde Estados Unidos: el Chevrolet Bolt. Con un tamaño ligeramente más contenido y una concepción muy similar en cuanto a segmentación, el Bolt está a medio camino entre monovolúmen y compacto, como el LEAF, y sus baterías prometen una autonomía superior a los 550 km NDEC (+380 km EPA). Vamos, un punto intermedio entre los otros dos.
Los precios de partida son un tanto similares, aunque los datos de precio habría que cogerlos con pinzas. Sabemos que el Model 3 ha roto ya muchas huchas con su precio de partida en EE.UU. de 35.000 dólares para la versión Standard y 44.000 dólares para la Long Range, a los que habría que sumar cualquier opción de equipamiento como la pintura.
El Chevrolet Bolt por su parte iniciará la marcha por algo menos, en torno a los 33.000 dólares y con un precio más cerrado, sin tantos opcionales y con menos tecnología, pero con una autonomía superior.
En tercer lugar, por ser el último en llegar de este trío, tendremos que esperar al menos hasta el 6 de septiembre para conocer más detalles sobre el Nissan LEAF en su presentación, pero será de esperar un incremento en un precio que a día de hoy se inicia en los 24.760 euros.
Si Nissan pretende mantenerse en la guerra por tener el eléctrico más vendido lo va a tener que hacer muy bien y jugar sus bazas como algo más que un utilitario de ciudad, con un nuevo modelo con autonomía mejorada, buen equipamiento y un precio atractivo frente a rivales que, al menos sobre el papel, ya le han adelantado por la derecha y por la izquierda.
El LEAF hasta ahora era la opción razonable, ahora le toca evolucionar seguir siéndolo.