A finales de junio, un coleccionista que se fue a visitar el Museo de Henry Ford en Dearborn (Michigan, EEUU) dejó aparcado fuera su pick-up, un 2001 Ford F-250, con un remolque cerrado que contenía algo más valioso. Me refiero a un 1930 Ford Model A Roadster, un descapotable clásico muy representativo de la marca.
Pues bien, tanto el pick-up como su preciosa carga desaparecieron, imaginad el disgusto. A lo largo de la semana pasada, el remolque y el clásico han aparecido en un área industrial de Detroit, y sin ningún daño. Entre los dos, tienen un valor estimado de 30.000 dólares.
El Model A se fabricó un breve espacio de tiempo, pero muy intenso, entre 1927 y 1931. Se fabricaron más de 4,3 millones de unidades con una amplia gama de carrocerías, desde el camión del lechero hasta sedán, sin olvidar taxi, descapotable, pick-up, etc. Es un genuino clásico americano.
Lo que no ha aparecido es el F-250. Seguramente el ladrón consideró más valioso el pick-up, y el remolque con “un coche viejo” se quedó ahí. Bien por ser el ladrón un paleto automovilístico o por no habérsela querido jugar con algo que llama la atención tanto (por los detalles que identificaban al conjunto), nos congratulamos de que el clásico vuelva a donde debía estar.
En cuanto a la pérdida de un pick-up de 11 años, más común en ese país que las hamburguesas, es más una pérdida a efectos prácticos que sentimentales. Seguro que le habría dolido más que apareciese el pick-up y no el clásico.
Fuente | The Detroit Free Press