Tras la guerra de la potencia vino la guerra por la eficiencia, y ahí sigue. Este año hay tres novedades con el apellido EfficientDynamics Edition. Primero supimos del nuevo BMW 320d EDE Touring (4,3 l/100 km), que complementa al 320d EDE sedán (4,1 l/100 km). Tienen 163 CV de potencia.
Luego tuvimos noticia del BMW 520d EDE, que promete 4,5 l/100 km de consumo de gasóleo con 184 CV de potencia. Difícil de creer, ¿verdad? Pues hay más. El BMW X1 sDrive20d EDE nos deja patidifusos con 163 CV de potencia y 4,5 l/100 km (solo con propulsión trasera). Ninguno de estos coches paga impuesto de matriculación.
Más de uno pensará que se ha dejado de lado la gasolina con tanto petrolero, pero lo cierto es que no es así, y el Serie 5 será otra vez el mejor ejemplo. En otoño llegan dos motores nuevos, en realidad dos versiones del 2.0 TwinPower Turbo, con 184 y 245 CV de potencia. El BMW X1 xDrive28i fue el primero en montar ese motor.
Corresponderán a las versiones 520i y 528i, ahora mismo el gasolina básico es el 523i (3.0 L6 204 CV) y seguramente desaparezca, mientras que el 528i (3.0 L6 258 CV) será reemplazado. Doble recorte de seis a cuatro cilindros. No, es triple recorte, porque eliminan otro diesel de seis cilindros.
El 525d actual (3.0 L6 204 CV) se cambiará por otro tetracilíndrico, mantendrá el nombre, pero es una evolución del 2.0 Diesel Biturbo, con 218 CV. El 520d se mantiene en 184 CV, pero los 530d y 535d aumentarán su potencia hasta 258 y 313 CV respectivamente. Si no me equivoco, estos diesel de BMW tienen las mejores relaciones potencia/litro del mundo.
Todavía no conocemos los detalles técnicos de todas estas motorizaciones, pero está claro que dejan en ridículo a los antecesores de la Serie 5, que pesaban menos, tenían menos potencia y gastaban más. Ahora una berlina de casi 200 CV homologa consumos que promocionaban los utilitarios hace dos telediarios, como Opel Corsa ecoFLEX de 75 CV, modelo 2008.
Ojo, como dijo el señor Lobo en Pulp Fiction, “no empecemos a ********* las ***** todavía”, que hablamos de consumos homologados y en la vida real eso no se cumple siempre, o sí, o no se cumple nunca. Depende de una gran variedad de factores: carretera, conductor, orografía, etc.
Ahora bien, esta pelea que se traen los alemanes (principalmente) en eficiencia está trayendo muy buenos resultados. También tiene su cara negativa, toda esta tecnología es cara, y cuando se compra, se paga. El turbo va camino de la imposición hasta en BMW, y los L6 van perdiendo protagonismo poco a poco.
BMW todavía no ha mostrado todas sus cartas, falta ver qué son capaces en hibridación pero con potencias más normalitas, no versiones imposibles de amortizar en X6 y Serie 7. Maravillado me hallo, quisiera comprobar todo eso viajando con ellos, a ver si gastan tan poco en la vida real.
Vía | Engendro Mecánico