Esta es la versión del Saab 9-3 que la marca nórdica tenía preparada como sorpresa para el Salón de Frankfurt, el Saab Turbo X.
Su nombre y estilo nos recuerdan a los clásicos Saab Black Turbo (modelos 99 y 900), en la celebración del 30 aniversario de los motores turbo de Saab, que han hecho coincidir el mismo día (11 de septiembre) que se presentaron aquellos modelos.
Su corazón es el 2.8 V6 Turbo de 280 caballos y 400 Nm de par que estrena un nuevo sistema de tracción total denominado XWD con la tecnología eLSD (Electronic rear limited-slip differential) que modifica dinámicamente la potencia en cada eje para mejorar el agarre.
Este sistema electrónico también modifica la potencia entregada a cada rueda individualmente, llevando el comportamiento del coche al límite en el que el ESP entraría en acción para evitar perder el control. Esto se consigue con los sensores de ABS y ESP, que miden para cada rueda la velocidad y el ángulo de giro.
Su suspensión se ha rebajado en un centímetro y se ha endurecido. Monta unas llantas de 18 pulgadas con neumáticos 235/45.
Estará disponible en dos carrocerías, Sport Sedan y SportCombi. El primero hace el 0 a 100 km/h en 5,7 segundos, mientras que el segundo tarda dos décimas más. Ambos tienen una velocidad máxima de 250 km/h, y un consumo medio homologado de 10,9 y 11 litros a los 100 km, respectivamente.
En su interior, los asientos de cuero negro mantienen la estética en color negro, ayudadas por pequeñas inserciones imitando fibra de carbono en las puertas y salpicadero.
El ordenador de abordo muestra el mensaje “Ready For Take-off” (preparado para despegar) al arrancar el coche, y además también se puede programar para que muestre el número de unidad de la edición limitada y el nombre de su dueño.
Y como último guiño a la herencia histórica del coche, en su salpicadero podemos encontrar un medidor de presión de turbo que es igual que los modelos clásicos Black Turbo.
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