Veamos ahora cómo se vertebra la gama. Tenemos cuatro niveles de equipación: Ambiente, Trend, Sport (sólo 3p) y Titanium. Como viene siendo habitual en Ford, el equipamiento inicial de estos acabados no es brillante, hay que pagar aparte por varias cosas. Por eso pueden parecer baratos y salir de concesionario con la factura hinchada.
La unidad probada es la más cara, Titanium 5p con el motor 1.6 TDCi, que no es el más potente, pero al ser diesel es más caro. Está valorado en 16.500 euros sin tener en cuenta los extras.
Equipamiento
Desde el primer equipamiento el Fiesta tiene el alerón posterior, elementos exteriores en color de carrocería, tapacubos, cristales tintados, volante regulable en altura y profundidad y sistema EasyFuel (comentado en la primera parte). El equipamiento de seguridad es estándar a partir del Ambiente.
Subiendo al Trend ganamos llantas de aleación de 14 pulgadas, retrovisores eléctricos, elevalunas automático de conductor (si no, como los demás), ajuste en altura del asiento del conductor y cierre centralizado con telemando. También se pintan en color carrocería los tiradores de las puertas y carcasas de los retrovisores.
La versión Sport es algo más que equipamiento, pues tiene una suspensión “deportiva” (rebajada) y asientos con mejor sujección lateral. Ahora los faldones de los paragolpes son de color carrocería, suma antinieblas delanteros, llantas de 16 pulgadas, inserción cromada en el interior de los faros, aire acondicionado, ordenador de a bordo, alerón trasero más grande y volante de piel.
Por último, el Titanium añade a los anteriores el borde cromado de la parrilla frontal, algunos cromados adicionales, luz ambiental interior, volante de piel de tres radios y llantas de 15 pulgadas.
Como podemos ver, la radio-CD, climatizador automático, sistema V2C, toma USB… son opcionales. Pero no te lo pierdas, en el Titanium también hay que pagar aparte por cosas tan peregrinas como los elevalunas eléctricos traseros, ajuste lumbar del conductor, control de velocidad de crucero o una rueda de repuesto de verdad.
¿Qué extras interesantes tiene? El sistema de entrada/salida del coche sin “llave”, sensores de aparcamiento delantero/trasero, tapicería de cuero, faros de xenón, pedales de aluminio, kit estético deportivo o parabrisas térmico. Tiene lagunas de equipamiento más típicas de finales de los años 90 que de 2009.
Seguridad
Dije que la dotación es estándar desde Ambiente, pero no hay que tomárselo al pie de la letra. Son opcionales el reposacabezas central trasero, ESP y airbags de cortina. Sinceramente no lo entiendo. De serie tiene airbags delanteros (frontales y de rodilla para conductor) y laterales, cinco cinturones de seguridad, cuatro reposacabezas, frenos ABS con EBD y sistema de protección inteligente (IPS).
El beneficio tecnológico en cuanto a seguridad es claro, el modelo de 2002 contaba con cuatro estrellas EuroNCAP, el nuevo tiene cinco. Además, tiene cuatro estrellas de protección infantil y tres estrellas de protección de peatones, muy positivo tratándose de un coche urbano.
Es una lástima que la política de seguridad esté mal enfocada y deje elementos sueltos a la elección de un cliente desinformado/con menos poder adquisitivo. Lo del reposacabezas central trasero es que tiene bemoles. Si yo fabricase coches ya me preocuparía de que las lesiones posibles dentro de mis modelos fueran las mínimas incluso para los clientes más humildes.
De todas formas, no sé por qué me sorprendo, en el modelo anterior era la misma historia. De hecho, había versiones que ni podían optar al ESP, a pesar de tener un nivel de potencia digamos interesante. Deberían copiar un poquito a marcas como Renault, que tienen mejor seguridad en versiones básicas.
Como siempre, no recomiendo ahorrar en seguridad sino al contrario: invertir.
Continuará...
