En las siempre apasionantes 24 Horas de Le Mans, además de los espectaculares prototipos diseñados expresamente para la ocasión, cada año se desata una interesantísima lucha en la categoría más pequeñita de la prueba de resistencia, la de los GT2, en la que Ferrari y Porsche acostumbran a deleitarnos con interesantes luchas por la victoria de clase.
Este año, sin embargo, los Ferrari 430 han monopolizado las cuatro primeras posiciones de la categoría, y eso debería escocer a la firma alemana, que no ha logrado colocar ninguno de sus tres Porsche 911 GT3 RSR en la lucha por la victoria. Sin embargo, el hecho de haber liderado la prueba con cada una de estas tres unidades en algún momento de la misma, hace que algunos (en concreto Seth Neimen, piloto de Porsche) piensen que “hay mucha suerte en este resultado, y había muchos más Ferraris que Porsches”.
A mí, personalmente, la pataleta del éramos sólo 3 Porsche contra 7 Ferraris no me vale. Los pilotos de Porsche podrían echarle un vistazo a la categoría de LMP2, donde sólo salían dos unidades del Porsche RS Spyder, y las dos acabaron firmando un aplastante doblete y mojando la oreja a más de un prototipo de los gordos. Vale que en GT2 Porsche no tuvo su mejor carrera, pero en resistencia a 24 horas hablar de suerte es a menudo muy delicado.
Suerte que Neimen lo ha arreglado un poco diciendo que pese a que para él el Porsche sigue siendo el mejor coche en Le Mans, “eso no quita nada a los méritos del Ferrari nº82 de Risi, fue una merecida victoria”. Esperaremos a ver si lo de este año en Le Mans ha sido un punto de inflexión en la categoría GT2 o sólo un despiste de Porsche.
Vía | Autosport