Lo prometido es deuda, por fin os traigo la prueba del monovolumen estrella de Citroën, en sus dos carrocerías y con las motorizaciones HDi de 110 y 138 CV, con dos equipamientos, el medio y el tope.
Esta es la primera de una serie de pruebas temáticas que vais a ver este mes en Motorpasión: Noviembre Familiar®, en la que hablaré de diversos turismos para llevar a la familia, para todos los gustos y presiones arteriales. Empezamos por uno de los monovolúmenes más apetecibles en su conjunto.
He preferido no escatimar en detalles, de modo que la prueba es extensa y la galería cuenta con 52 fotografías. La unidad azul es un C4 Picasso 5 plazas con motor 1.6 HDi y equipamiento Exclusive, mientras que la unidad dorada es un C4 Grand Picasso 7 plazas con motor 2.0 HDi y equipamiento SX. Pido disculpas por la calidad de alguna que otra foto, pero mis habilidades de retoque tienen sus límites.
Comencemos pues:
Exterior
La diferencia en tamaño de una carrocería a otra es muy sutil, el 5 plazas mide 4,47 metros de longitud y el 7 plazas 4,59m; la anchura (1,83m) y altura (1,66m) son iguales. Están construidas sobre la misma plataforma, pero con más distancia entre ejes en el Grand Picasso. El 5 plazas no puede montar barras de techo, y el 7 plazas sí, opcionalmente.
Hay ciertos rasgos que dan personalidad adicional a cada versión. Por ejemplo, el 5 plazas tiene un frontal tirando a más deportivo, la línea lateral de las ventanillas no es plana, tiene el pilar C disimulado entre acristalamiento, sus grupos ópticos traseros son más tirando a berlina, etc. El coeficiente aerodinámico es excelente para ser un monovolumen, 0,31.
El denominador común de C4 Picasso y C4 Grand Picasso es el concepto “Visiospace”. La superficie acristalada es enorme: 5 m2 sin el techo panorámico y 6,2 m2 con él, sólo el parabrisas tiene una superficie de 2 m2. ¿Ventajas? Una mejora significativa de la visibilidad ¾ delantera y mucha luminosidad. ¿Inconvenientes? Ninguno.
Las ruedas que calzaban estas unidades sorprenden, para el 7 plazas unas Michelin Primacy HP 215/50 R17 y unas ostentosas Michelin Pilot Exalto 215/45 R18 para el 5 plazas (ambas opcionales). En esta otra fotografía se ven con detalle las diferencias de los faros halógenos (derecha) y los bixenón direccionales (izquierda).
El C4 Picasso 5 plazas tiene menos capacidad de carga que su hermano mayor al ser un poco más corto y por la caída del portón, además, este es un poco más estrecho. En ambos casos, las lunetas traseras son practicables. Se aprecia con claridad que las luces de freno superiores son muy grandes y facilitan que los conductores que vayan detrás (incluso detrás del que va detrás) se percaten mejor de nuestras ganas de frenar en caso de emergencia.
También puede verse que ambas unidades tenían sensor de estacionamiento trasero, pero la unidad dorada no montaba sensores delanteros. Gracias a ellos, aparcar se hace sumamente fácil. Por si fuera poco, el retrovisor derecho se inclina al insertar la marcha atrás para facilitarnos la visión (según versiones).
Interior
Viajar a bordo de la C4 Picasso es una experiencia placentera tanto para el que conduce como para sus ocupantes. El veredicto de todos los pasajeros que llevé con ambas unidades fue unánime: “aquí se va de cine”. Son varios los aspectos que Citroën ha cuidado para que el confort sea una máxima en estos turismos familiares.
La visibilidad y luminosidad son evidentemente estupendas por la gran cantidad de superficie acristalada, pero sin que sea un problema. Viseras extensibles en el techo permiten ocultar la radiación solar que no dejaría pasar una luna convencional, ¡pero ojo! al moverlas rápido a los laterales, cuidado con la cabeza. En la foto se ve el recorrido posible de las viseras.
En las plazas traseras, hay cortinillas en las puertas, y en el caso de la versión 7 plazas, los ocupantes de la 3ª fila pueden tapar el solazo a determinadas horas con otra cortinilla a sus espaldas. En la versión 5 plazas lo propio en la bandeja del maletero, también se puede tapar al Rey Sol.
El interior es un sumatorio de soluciones inteligentes: en versiones automáticas palanca selectora “a la americana” sobre el volante, freno de estacionamiento eléctrico (se libera manualmente bajo la instrumentación), climatizadores en los laterales, multitud de huecos portaobjetos, diversos automatismos, mesillas tipo avión para la segunda fila, la modularidad que permite y un largo etcétera.
Baste comprobar que sólo en la parte delantera hay 2 guanteras superiores (la derecha aloja el cargador de 5 CDs si tiene), una gran guantera convencional y las versiones automáticas un compartimento refrigerado que aloja 1 botella de 1,5 litros o dos de medio litro, con sus correspondientes posavasos.
Los materiales en la versión SX tienen una calidad más que aceptable, aunque el ambiente resultante es muy monocromático. En la versión Exclusive los materiales ganan muchos enteros, con plásticos blanditos, otros materiales suaves al tacto y con más variedad de colores que hacen al interior más alegre. No hay reproches por mi parte sobre la calidad de los ajustes o del acabado.
El conductor campa a sus anchas en un puesto idóneo para gran multitud de morfologías. Al igual que el Citroën C4, se recurre al volante multifunción (en foto versión Exclusive) donde sólo se mueve el aro e instrumentación central. Sobre el volante se ven los indicadores imprescindibles de intermitentes, luces, antinieblas y punto. La pega de este diseño es que los indicadores quedan dispersos en 2 zonas.
Las levas de las versiones CMP son estupendas para disfrutar de la conducción semiautomática o para realizar correcciones puntuales. El volante de la versión LX y SX es de plástico, no es muy desagradable y uno se acostumbra, pero donde esté el volante de cuero de la versión Exclusive, que le den al plástico.
No se utilizan indicadores analógicos/de aguja, todo es digital. Hay dos modelos de pantalla, el básico y el avanzado (foto superior). En ambos casos, la información es perfectamente legible y útil, como por ejemplo los sensores de abrochado de cinturón en todas las plazas, ordenador de viaje, GPS, etc.
La versión más completa tiene una fila inferior donde se alojan los testigos de reserva de combustible, ESP, etc. mientras que la versión básica muestra esos elementos en la zona izquierda. En conducción nocturna, podemos apagar casi todos los indicadores para descansar la vista.
Hablando de plazas, hablamos de plazas muy cómodas y prácticas. En la 1ª fila, nada que objetar: buena sujección lateral, mullido agradable, posturas, etc. En la 2ª fila contamos con 3 butacas idénticas y no tenemos túnel central, de modo que podemos campar a nuestras anchas, sobre todo a la hora de montar los SRI de los pequeñitos. Se viaja mejor en la C4 Picasso que en oponentes como la VW Touran, SEAT Altea XL y Opel Zafira, que conoceremos más adelante.
Si se me permite un apunte erótico (sobre una base teórica), el C4 Picasso es ideal para las familias o para las que estén en proyecto de formarlas. Con la altura al techo, la regulación de respaldo y longitud de las butacas y la ausencia de túnel central, se convierte en un improvisado lugar romántico de los más versátiles que hay. En la imagen hemos visto la 2ª fila de asientos correspondiente a la versión 7 plazas, con sus diferentes inclinaciones posibles.
En cuanto a la 3ª fila de asientos de la Grand Picasso, el acceso es bueno desde la 2ª fila, los asientos se abaten con facilidad. Cuando no usamos estos asientos, se quedan escondidos bajo el piso. Si viajan 7 ocupantes de estaturas no superiores a 1,70m sobran unos pocos centímetros pero no se va justo, hay que regular las butacas de la 2ª fila convenientemente.
Eso sí, los pasajeros más altos irán más encajonados en la 3ª fila y con la cabeza más próxima al techo. Por cierto, aquí hay posavasos a ambos lados e incluso sendos compartimentos pequeñitos a los laterales para dejar los móviles, la PSP, etcétera. La lona que cubre la zona de equipaje no cabe dentro en configuración 7 plazas (al menos no de forma decente).
La climatización está muy bien resuelta. El conductor puede ocuparse de la temperatura de todas las plazas (1ª y 2ª fila), sólo delanteras o sólo la suya, otorga el control a las demás si quiere. La segunda fila de asientos dispone de aireadores laterales con regulación independiente del caudal, y aunque en la tercera fila no hay aireadores, si se orientan convenientemente y el A/C lleva tiempo funcionando, no hay problemas para ellos.
Además, con la función “REST” puede mantenerse la ventilación hasta 8 minutos con el motor apagado. Un detalle que satisfará a mucho a padres de familia preocupados es el tema de las entradas de aire. Unos sensores miden la calidad del aire exterior, cuando se detecta cierto umbral de contaminación, se cierran las entradas y se usa el aire ya contenido en el interior. Además, tenemos un perfumador de ambiente con 5 fragancias a elegir e incluso una antitabaco. No falta el filtro antipolen.
Como en la Renault Scénic, hay cajones ocultos para la 2ª fila de asientos, y como en la Volkswagen Touran bandejas tipo avión. Según la versión pueden llevar hasta luz y opcionalmente hasta pantallas integradas. Siempre tendremos a la chiquillería controlada con el segundo espejo retrovisor, tanto para piloto como para copiloto. Por cierto, en la versión 5 plazas la cortinilla sale del pilar B y en la versión 7 plazas sale de forma horizontal.
El confort acústico es excelente: rodadura leve, motor leve (más silencioso el 2.0 HDi por menor régimen) y aerodinámico contenido. De hecho, a velocidades más allá de las legales sigue manteniendo un excelente aislamiento sonoro. Los pasajeros pueden echarse la siesta con facilidad, y la suspensión también ayuda. No es el típico tarado blandorro o rebotón, es muy eficaz en curva (por debajo de otros) manteniendo un filtrado muy bueno de las imperfecciones del firme.
Hablando de suspensión, en el eje trasero es neumática (serie en Exclusive). ¿Para qué? Ofrece mejor confort y además permite bajar a voluntad la altura del maletero con un botón ubicado dentro del mismo. No afecta a la marcha ya que se pone normal automáticamente. Y seguimos con el maletero por que el asunto tiene “tela”.
La capacidad mínima del 5 plazas es 500 litros, por 576-672 litros del 7 plazas si la 3ª fila está guardada. En cuanto al 7 plazas, el espacio resultante con todas las plazas desplegadas es pequeño (208 litros), comparable al de un MINI, de modo que los viajes a la playa con toda “la tropa” requerirán meditar la compra de un remolque ligero. Con sus dimensiones no se puede pedir más.
En la foto que acabamos de ver, correspondiente al C4 Picasso 5p, vemos el Modubox plegado. Es un carrito que está constituido por un chasis rígido (carga máxima: 22 kg) y una bolsa suave en tela de 40 litros o isoterma de 37,5 litros. Está fijado mediante unas correas al espacio de carga y se despliega con facilidad.
También encontramos una linterna auto-recargable que puede ser bastante útil. El piso del maletero puede ser reversible (moqueta/caucho), para lavarse con facilidad si llevamos carga que suelte porquería, por ejemplo, bolsas de patatas con malla o calzado lleno de barro. La red sujectora viene muy bien para sujetar los triángulos, pero hay que colocarla bien para que no salga “de paseo” lo que alberga.
Las capacidades máximas de carga, con todos los asientos abatidos (forman un piso plano) es de 1.734 litros VDA para el 5 plazas y 1.951 litros para el 7 plazas. Disponible como accesorio tenemos una redecilla de retención para cargas altas, permite ampliar al máximo el volumen de carga por detrás de la primera fila de asientos sin perjudicar la seguridad de los pasajeros. Si hay rueda de repuesto es una galleta, si no, kit de reparación de pinchazos.
Eso es todo de momento, mañana más, espero no haberte aburrido.