A todos nos ha pasado alguna vez, o varias o muchas. Vemos a alguien que realiza una maniobra digamos... discutible, y a poco que el hecho nos haya hecho sentir una brizna de peligro para nuestras personas nos entra el complejo orwelliano por el cual nos encantaría que de la nada apareciera una patrulla de la policía, de camouflage, y al listo de turno se le cayera el pelo.
Momentos como ese son tan caros de ver que este vídeo sirve de bálsamo generalizado. Todos aquellos que estéis hartos de ver cómo el antón pirulero de turno se sale con la suya en semáforos, stops, rotondas y otras hierbas, preparaos para el desquite. Porque que un listo haga una pirula ante la poli y los agentes le respondan con el numerito de las luces de colores no tiene precio.
Bueno, sí que tiene precio. Está consignado en el boletín de la denuncia y se llama multa.
Vía | Jalopnik