Bueno, vale. Quizá es un poco exagerado hablar de “moda”, pero en pocos meses ya van tres casos en Estados Unidos de conductores que se ponen a hacer el cabra con el coche y acaban dándose una vuelta por el aeropuerto… y no buscando aparcamiento precisamente. Uno, el 10 de diciembre, en Colorado; otro, el 24 de febrero, en California; y el que hoy nos ocupa, que se lleva el premio gordo.
Esto ocurrió este jueves en Filadelfia, a eso de las 11 de la mañana, cuando un tipo armado con un Jeep Grand Cherokee rompió una de las verjas y protagonizó una espectacular persecución por las pistas cuando sólo faltaban entre 10 y 15 segundos para que entrara uno de tantos aviones que se disponían a aterrizar. Lo de “armado” viene porque al conductor la Policía lo tomó por terrorista, claro.
En la torre detectaron el coche con el radar, pero la niebla les impidió ver nada hasta que el todoterreno se metió en pista. Tras montar un operativo de película los polis acabaron deteniendo a Kenneth Richard Mazik, de 24 años, por un montón de cargos: conducir bajo la influencia de tóxicos, imprudencia temeraria, resistencia a la autoridad, allanamiento, conducta criminal, asalto agravado y asalto simple.
Ah, y hay un vídeo de todo esto, claro.
Balance: un chalao detenido, un coche confiscado, un aeropuerto con el tráfico aéreo cerrado durante 35 minutos y cinco aviones dando vueltecitas por el cielo de media Pensilvania para hacer tiempo. Puntos Iberia no sé si se llevaría el tal Kenneth, pero de sutura quizá sí. Para que luego digan que la vida en los aeropuertos es aburrida.
