Este vídeo podría pasar perfectamente como una broma pesada de cámara oculta, pero no lo es. Tampoco se trata de un vídeo viral de un cascadeur buscando trabajo. No es una Ghymkhana de Ken Block. Es solo una demostración de lo mal que puede llegar a conducir una persona, en pocas palabras.
El protagonista es el conductor de un Nissan Almera, que circula con un patrón realmente raro. No conduce como si estuviese borracho, sino peor. Parece que juega al Need For low-Speed (a cámara lenta), invadiendo el carril contrario como si fuese el salón de su casa en zapatillas de conejo.
Todo está trabado desde un autobús turístico cargado de extranjeros, circulando por la vieja N-II en la provincia de Gerona. Nos mantendrá en tensión hasta el minuto 3:40, donde sucede lo mejor para todos: que se estampa solo. ¿Qué pasaría por la cabeza de aquellos que estaban en su camino?
Aparentemente, el conductor ¿loco? ¿drogado? ¿enfermo? no tiene un accidente especialmente grave, no iría ni en tercera, y los sistemas de seguridad del coche cumplieron con su trabajo. El autobús turístico se detiene más adelante y se verifica que alguien ha ido a socorrer a ese hombre (con lo que no sería omisión de socorro).
No he encontrado más detalles sobre este accidente, más allá de lo evidente al verlo. ¿Alguien tiene más información? Una cosa está clara, ese señor no debería volver a conducir. ¿Se daría cuenta de que iba conduciendo con el retrovisor plegado?
Nuestros compañeros de Circula seguro han hecho una valoración adicional sobre la diferencia de ser protagonista o testigo en un accidente, os recomiendo echarle un vistazo.
