Si bien el Land Rover Defender es conocido por sus capacidades off-road y apreciado como uno de los mejores todoterrenos puros del mercado, no es precisamente un coche rápido, sino más bien al revés. Con ánimo de darle la vuelta a la tortilla, el especialista británico Wildcat ha decidido mejorar lo presente gracias a una nueva motorización de gasolina.
Wildcat ha sustituido el motor turbodiésel del Defender por un 6.2 litros V8 LS3 de gasolina, procedente del Chevrolet Corvette, junto a una caja de cambios automática G 6L80 de seis velocidades. La potencia asciende a 430 CV y el par motor es de 540 Nm, aunque si el cliente lo quiere, se puede optar por una variante de hasta 550 CV.
El preparador ha modificado consecuentemente la electrónica del todoterreno, reprogramando todo para el nuevo motor y la nueva caja de cambios, pero manteniendo todos los demás elementos de fábrica. A nivel interior, el Wildcat Defender LS3 V8 110 XS SW se puede personalizar a gusto del cliente.
