Este que veis sobre estas líneas es un Dodge Stratus, una berlina bastante más conocida al otro lado del Atlántico que por nuestros lares. El cómo se pasa de ese modelo a un Lamborghini Gallardo, que no creo que haga falta mostrar en foto para presentarlo, es un misterio que responde al nombre de... Vaya, el responsable de la mutación no ha dado su nombre.
Ojo, porque es un disfraz, y ya sabemos que los disfraces no son reproducciones exactas. Yo con una cortina y la funda de una almohada me disfrazo de jeque árabe, y lo mismo le pasa al Stratus en su papel de Gallardo. El frontal recuerda vagamente al deportivo, la trasera no tanto... y si le retiramos la capota el volante nos recordará cuál fue su identidad en el pasado.
El coche se construyó como réplica para rodajes de anuncios, aunque no tenemos constancia de dónde se le ha visto exactamente. Le funcionan las luces y el motor, así como el tacómetro, pero no el velocímetro. Total, para lo que va a correr... Tal y como es no lo dejan salir a circular por la carretera. Eso sí, los asientos que monta dan bastante el pego.
Está a la venta por 7.000 dólares (unos 5.300 euros, al cambio actual), y la persona que se encarga de dar sus datos --que insiste en que no es el propietario de la joya-- expone sus dudas sobre la seguridad que puede dar este coche al rodar. También destaca que el coche original tiene 17 años ya y que requiere mantenimiento y ajustes varios. Vamos, que es un vendedor honesto como pocos.
La cosa está en saber si con estas observaciones que va dando conseguirá que alguien se lo compre. ¿Algún voluntario en la sala?
Vía | GT Spirit