A menudo, cuando hablas con alguien que ha personalizado su coche, siempre le queda algo más por hacer, una última modificación, un nuevo turbo, un nuevo diferencial, un nuevo alerón, etc. En fin, lo que sea. A todos nos pasa, el coche nunca está terminado.
Sin embargo, a Alex Witkin se le fue un poco la mano con su Subaru Impreza WRX de 2002. Se gastó a lo largo de los años, un total de 250.000 dólares. Con ese dinero, mucha gente ya se habría comprado una casa o un piso. Alex, invirtió ese dinero en modificar hasta niveles insospechados su coche.
Del Subaru Impreza WRX originial poco queda, salvo quizá la plataforma y el bloque motor. La carrocería es diferente (las aletas son 20 mm más anchas, por ejemplo), el vano motor ha sido alisado, el motor está preparado por completo y asociado a un nuevo cambio manual de competición, lleva un gato neumático de competición y hasta cambió de sitio el volante, pasándolo de la izquierda a la derecha para darle ese toque “auténtico” de JDM.
El coche se convirtió en la estrella de la escena tuning en Estados Unidos, aunque ahora ya no le dejan competir en la categoría de los show car. Ahora, el coche está ahora expuesto en su tienda (Performance Auto Gallery) y lo usa para la promoción de la tienda. Incluso, por fin, puede conducirlo, pero dudo que se atreva a usarlo como hace Ken Block.
Aunque al final sea una suerte de inversión en imagen para su negocio, ¿qué opinais? ¿Se pasó o no?
