Ayer mismo llegué de pasar unos días en Dubai por trabajo y como no, me fijé mucho en los coches que por allí se veían. Salvando algún McLaren Mercedes SLR, Mercedes Clase G 65 AMG, Porsche 911 GT2 RS, Lamborghini Aventador, Nissan GT-R y Bentley Continental GT, uno de los coches más populares era el Toyota FJ Cruiser.
Este todoterrerno, que no se vende en el mercado español salvo a través de importadoras paralelas, es uno de los coches favoritos para circular por las rectas, anchas e infinitas rectas de Dubai. Pero también es el coche perfecto para una escapada a las dunas el fin de semana...
Al menos eso debió de pensar el dueño de este modelo de color blanco que decidió irse con él a pasarlo bien al desierto. Saltar dunas, derrapar, subir y bajar las pendientes más complicadas. Esa es una de las principales actividades los viernes y sábados allí, que es cuando no se trabaja.
Pero para saltar una duna en condiciones hay que saber como hacerlo, como encarar la cima y preveer lo que puede haber detrás. Eso todo es lo que no hizo el dueño de este FJ Cruiser que se pasa de impulsivo, salta y no calcula que el morro del coche cambiará el reparto de pesos en el aire.
Al final el coche aterriza con el morro contra la arena e inevitablemente vuelca hacia delante, movido por la inercial con la que circulaba. ¿Tienen más mérito ahora si cabe los pilotos del Dakar que se disputa en Chile y Argentina?
Vía | Carscoop