La alcaldesa de Vilagarcía de Arousa, en Pontevedra, ha afirmado que los vehículos que circulen por el casco urbano no podrán superar los 30 km/h una vez aprobado el Plan de Movilidad Vial.
El motivo ha sido la protesta de los vecinos ante los atropellos que se producen en el centro. Vilagarcía es una ciudad muy pequeña pero muy concentrada, con muchos locales de ocio, podríamos considerarlo “el Benidorm gallego”, y es además lugar de tránsito obligado de tráfico.
La falta de una circunvalación que permita evitar pasar por el centro de la ciudad puede ser una de las causas del número de atropellos. Incluso se plantean cerrar las dos calles con más tráfico de la ciudad, que son además las más transitadas por peatones por la cercanía del puerto deportivo y la zona de ocio.
La medida resultará polémica entre los conductores, seguro. A pesar de las características de sus vías, y de mi experiencia (en verano la velocidad media no es muy superior a 30 km/h por los atascos), para el día a día de los que allí residen no es demasiado cómodo tener una limitación tan baja.
¿Reducirá los atropellos? Si se cumple, sin duda. Pero, ¿se cumplirá? No me imagino radares controlando la velocidad a 30 km/h, ni a la gente respetándolo. Curiosamente al final de esa misma calle problemática han implantado los famosos badenes bastante elevados, lo que sí reduce la velocidad por debajo de los 30 km/h si quieres seguir conservando tu suspensión y bajos.
Vía | Yahoo/EFE
Más información | La Voz de Galicia
