En la madrugada de ayer fue detenido en Vilafranca del Penedès un conductor de 21 años por haber dejado paralítica a una chica de 16 años que viajaba con él. Este chico circulaba con un exceso de alcoholemia (4 veces por encima del límite legal) y con restos de cocaína en sangre. El lugar exacto, según la Vanguardia, es en la C-243a a su paso por esta población en el kilómetro 10, que según la imagen satélite es una bonita recta. Se salieron de la carretera y cayeron por un terraplén.
Está acusado de presuntos delitos contra la seguridad del tráfico por conducir bajo los efectos de bebidas alcohólicas y de estupefacientes y conducción temeraria con resultado de heridos muy graves. De momento está detenido en Esplugues de Llobregat. ¿Qué se puede aprender de esta historia?
Fácil, cuando se sale de marcha, dos normas fundamentales: si vas a conducir, ni se bebe ni se droga uno. La norma dos es que si no vas a conducir, al menos hay que preocuparse por que el conductor esté en condiciones de conducir, por nuestro propio bien. Si no, casi que es mejor llamar a un taxi. Saldrá más caro pero eliminamos riesgos innecesarios. Esa chica no volverá a andar y seguramente no pueda tener hijos, imagino que nadie quiere ser el siguiente.
En cuanto al conductor, a ver qué pasa con él. La semana pasada dejaron en libertad con cargos a un chico que conducía sin descansar y borracho y embistió a unos ciclistas, uno de ellos murió. Sus acompañantes iban más borrachos que él, aunque al menos se bajaron a socorrer a las víctimas.
Ni es la primera vez, ni será la última. Y las que quedan…
Gracias Pau por el enlace.
Fuente | La Vanguardia
Enlace | Mapa de la zona (Google Maps)
