Debido a una interrupción en la financiación del Gobierno Federal, la NHTSA no puede publicar ningún nuevo informe más allá de la jornada del 30 de septiembre 2013. Los resultados de búsquedas seguirán estando disponibles, pero son sólo vigentes hasta ese momento. Los consumidores pueden seguir remitiendo sus reclamaciones por defectos de seguridad a través de este sitio web, pero no serán evaluadas por el personal de NHTSA hasta que se restablezcan los fondos y los servicios.
Ese es el recado de la Agencia de Seguridad Vial de Estados Unidos. Las dificultades presupuestarias que atraviesa el Gobierno de Estados Unidos han llevado a la NHTSA a interrumpir sus actividades y poner en marcha un furlough (una especie de ERE a la estadounidense) para 333 de sus 597 profesionales del sector automoción. En ferrocarriles, el 52 % de los trabajadores están en las mismas, y hasta 3.000 inspectores de seguridad de la aviación están ahora en suspenso.
En cuanto a las complicaciones que esto pueda traer para el consumidor final, hay ciertas dudas. Por un lado, es obvio que las tareas se acumularán en el buzón de la NHTSA sin que nadie las realice. Por el otro, los fabricantes pueden proseguir con sus llamadas a revisión con independencia de lo que haga el organismo federal, pero realmente no hay una garantía de que esto vaya a ser así.
Finalmente, los coches que se comercialicen ahora en Estados Unidos podrían llevar colgado el sambenito de coche no probado en cuestión de seguridad. Y eso, en un país donde los derechos de los consumidores son poco menos que palabra divina, podría hacer que el mercado perdiera fuelle hasta que se resuelva el problema presupuestario que ha llevado a la NHTSA al cierre temporal.