Los grandes camiones son los motores que mueven gran parte de la economía de cada país con sus capacidades de transporte, pero en Inglaterra están empezando a utilizarse por las autoridades para un uso completamente distinto: captar conductores distraídos. La iniciativa ha sido un éxito y la policía inglesa va a incrementar su flota.
Según datos públicos, en Gran Bretaña muere una persona cada 10 días por utilizar el teléfono mientras conducen. Estas cifras preocupan a las autoridades y por ello pusieron en marcha la Operación Tramline, utilizando camiones como vehículos camuflados.
Los camiones camuflados han impuesto más de 4.000 sanciones en dos años
La operativa es sencilla: Se coge una cabeza tractora sin rotular, difícilmente identificable como un vehículo policial por razones obvias, se colocan dos policías en su interior y se equipa al camión y al policía que ocupa el asiento del acompañante con varias cámaras para captar todo lo que ocurre a su alrededor.
Cada camión va acompañado de cuatro coches de policía y una motocicleta para dar el alto y sancionar a los infractores, transmitiendo directamente las imágenes de las maniobras sancionables al resto de equipos del dispositivo para adjuntarlas como prueba.
Los resultados hablan por sí mismos con más de 4.000 infractores pillados in fraganti. Las multas impuestas además de por utilizar el teléfono móvil (especialmente mandando mensajes o mirando la pantalla con el teléfono en el regazo) suponen dos tercios del total de sanciones, pero también han sido por comer cereales, maquillarse, liar cigarrillos...
Utilizar camiones va más allá de pasar desapercibidos entre el tráfico rodado. La posición de conducción elevada facilita un punto de vista privilegiado imposible desde un coche. Al colocarse mucho más arriba es mucho más fácil ver qué ocurre en el interior de los vehículos cercanos. Actualmente hay tres camiones en la flota de la policía inglesa, pero comprobando el éxito del dispositivo se están planteando la ampliación.
La conducción distraída como culpable de gran parte de los accidentes de tráfico
Los coches de policía camuflados son potentes herramientas de infiltración en el tráfico, pero a los agentes se les escapan buena parte de las infracciones por cuestiones de visibilidad. Aunque pueda parecer una maniobra recaudatoria, la Operación Tramline es una manera de castigar conductas sumamente irresponsables en carretera.
En españa la Dirección General de Tráfico estimó en el año 2016 que un 31% de los accidentes mortales ocurridos estuvieron directamente relacionados con el uso del móvil al volante, representando un 25% del total de los accidentes ocurridos en ese año.
Y es que hablar por teléfono supone multiplicar por 3 el riesgo de accidente y enviar un mensaje lo hace por 23. Este dato lo conoce el 94% de los conductores según el RACC, pero aún así las cifras siguen siendo alarmantes y es fácil encontrarse con conductores que utilizan el teléfono mientras conducen.
En una encuesta realizada por AXA y Ponle Freno el 25% de los conductores afirmó hablar por teléfono en el coche y un 18% responde a mensajes. Los números son extrapolables a casi cualquier país y por eso la National Highway Traffic Safety Administration (NHTSA) de Estados Unidos propuso la introducción del 'modo coche' en los smartphone, inhabilitando parte de las funciones mientras el coche está en movimiento.
Foto | West Yorkshire Police