Una de las propuestas que está sobre la mesa de la Dirección General de Tráfico (DGT) es la de reducir la velocidad máxima en entorno urbano. Algo que más de la mitad de los españoles no ve con buenos ojos según afirma el VII Estudio 'Españoles ante la Nueva Movilidad': el 57 % de los encuestados se muestra contrario a esta medida.
A ello también se suma, como recoge La Vanguardia, un importante retroceso en intención de compra de un coche, que este 2019 se ha reducido de forma notable en comparación a 2018: los españoles comienzan a valorar cada vez más otras formas de adquisición como el renting o opciones de movilidad de coche compartido.
Tráfico ya ha unificado la velocidad máxima en carreteras convencionales a 90 km/h y el siguiente paso podría ser el de reducir el límite en poblado. Algo sobre lo que ya reflexionamos en su momento a sazón de esta iniciativa aún en el aire.
Y aunque de modo genérico se habla de limitar las calles a 30 km/h, la propuesta es aún más profunda. La reducción a 30 km/h se baraja para las vías urbanas de un sólo carril por sentido (al igual que se ha puesto en marcha en Madrid mediante la nueva Ordenanza de Movilidad Sostenible aprobada a finales de 2018), mientras que el límite actual genérico de 50 km/h se mantendría en las calles con más de un carril por sentido. Por su parte, en calles de un sólo carril y sentido, la velocidad sugerida baja a 20 km/h.
Sea como fuere, la proposición de la DGT no gusta a casi un 60 % de los conductores encuestados en el estudio 'Españoles ante la Nueva Movilidad', que ya va por su octava edición y que ha sido elaborado por el Centro de Demoscopia de Movilidad donde se integra la consultora PONS Seguridad Vial, así como a la plataforma de carsharing WiBLE de Kia o a la app Moovit entre otros.
Reducir la velocidad no es la solución... para más de la mitad de los españoles
Sobre una muestra de 8.500 personas, el estudio hace alusión tanto a los beneficios y usos de los coches de mecánica alternativa, como a los límites de velocidad en las ciudades, así como a la intención de compra de los consumidores españoles, al son del escenario disruptivo al que se enfrenta el sector del automóvil.
Por tradición y sobre todo con Pere Navarro al frente, la velocidad es una de las principales medicinas a las que acude la DGT. Y una de las conclusiones más llamativas del análisis elaborado por PONS Seguridad vial es que un 57 % de los ciudadanos españoles se posiciona en contra de esta medida.
Además, también cerca de la mitad, un 49 %, no está de acuerdo en que se reduzca la limitación a 70 km/h en los accesos a las ciudades, una medida que tiene más que ver con la reducción de la contaminación que con la seguridad, y que ya se lleva acabo en Madrid a partir del Escenario 1 del protocolo de anticontaminación. De hecho, el porcentaje de opiniones en contra crece entre los madrileños encuestados: un 72 % y un 64 % en ambos casos.
Menor intención de compra y más coche compartido
Otra de las principales conclusiones que postula el análisis es que los conductores parecen menos dispuestos a comprarse un coche. Algo que viene, en parte, de la mano con la incertidumbre a la que se enfrenta el sector con la ambicionada descarbonización en el horizonte (recordemos que el Gobierno ha propuesto prohibir la venta de automóviles con motor térmico a partir de 2040).
Así, únicamente el 29 % de los participantes del estudio ha señalado tener intención de comprar un vehículo en los próximos doce meses. Un porcentaje bastante menor al reflejado en este análisis en 2018, que llegaba al 43 %. Además, un 38 % afirma no tener decidido el modelo a adquirir.
En contrapartida, ganan fuerza otras alternativas como el renting, por el que se decantan un 12 % de los encuestados (en 2018 era sólo de un 5 %), o el carsharing, una forma de movilidad que ya utiliza un 43 % en comparación al 12 % de 2018. Se ha cuadruplicado en sólo un año.
Desde la consultora de seguridad vial lo tienen claro: "Algunos de los motivos por los que se está produciendo esta caída en la intención de compra son el rápido cambio tecnológico en el sector del automóvil, las políticas públicas que restringen el acceso a las principales ciudades o las nuevas formas de movilidad", defiende Ana Gómez, directora general de PONS Seguridad Vial.
Sí al coche eléctrico, pero más ayudas
Por último, los vehículos de mecánica alternativa y las últimas soluciones para disminuir la contaminación en las ciudades también han sido protagonistas en este estudio de movilidad.
De esta manera, un 40 % de los encuestados afirma que se compraría un coche con etiqueta CERO (que incluye coches eléctricos, híbridos enchufables con una autonomía eléctrica de más de 40 km y modelos de hidrógeno y de autonomía extendida), aunque un 86 % considera esencial contar con mayores incentivos en forma de planes de ayuda. Ello se traduce en que, según este estudio, las dotaciones para la compra de alternativos son consideradas insuficientes.
Por otro lado, más de la mitad de los españoles en general (58 %) y de los madrileños en particular (59 %) que han participado en el estudio valora positivamente iniciativas para reducir la contaminación como el proyecto de Madrid Central. Además, un 74 % considera que la etiqueta CERO debería permitir aparcar gratis en las zonas de estaconamiento regulado, un 67 % está a favor de peatonalizar algunas calles y un 74 % defiende la creación de carriles exclusivos para bicicletas
Finalmente, el 61 % de los encuestados no ve a la bicicleta o al patinete eléctrico como una alternativa real al vehículo privado, mientras que un 89 % de los participantes aseguran tener en mente optar por la motocicleta y adquirir una en un futuro.
